La primera gala del cine ecuatoriano se transmitió por streaming, en el canal digital de uno de los principales promotores del evento, la Empresa Pública Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT).

Los premios Colibrí tuvieron alfombra roja, un animador que recibía a los invitados y al actor humorista Pepe Morán en un acto continuo de Stand Up Comedy, que se intercalaba con los anuncios de los presentadores de la noche y el cambio de escenarios. Todo estuvo guionizado, pero no hubo premios al mejor guión.

Jan Vandierendonck, presidente de la Corporación de Productores y Promotores Audiovisuales del Ecuador (COPAE), había dicho que esta primera realización de los premios Colibrí para reconocer el trabajo  audiovisual ecuatoriano iba a ser un ensayo acierto-error, en el que a partir de la evaluación de los resultados se iba a trabajar en mejoras.

El premio ha recibido sus críticas. Hubo cineastas que decidieron no estar presentes en la gala, hubo quienes lo llamaron un premio ‘endogámico’ y que la entrega haya sido solo transmitida por streaming, cuando uno de los objetivos era generar una apertura al trabajo del audiovisual en Ecuador, no parecía muy inclusiva. Sin embargo, generó un debate.

Para Javier Andrade, uno de los galardonados de la noche con el premio a Mejor dirección por su película ‘Mejor no hablar de ciertas cosas’, la realización de este evento es positiva, “son premios generados por los colegas y eso en alguna medida es un reconocimiento saludable, de la gente que conoce el oficio y las condiciones”, dijo. Sin embargo, Andrade considera  un “error garrafal y algo absurdo el que no haya premio a guión, reconocer todos los esfuerzos y no reconocer un guión es una cosa francamente descriteriada. Si tienes tiempo para presentar cuatro bandas de música y un comediante haciendo stand up comedy puedes darte tiempo para premiar al guión”, señaló Andrade.   

Según Vandierendonck, dentro de la Copae se discutió la inclusión de una categoría para premiar el libreto. “Con quién más vamos a discutirlo si no hay un gremio de guionistas en este país”, expresó Vandierendonck. A esto agregó que “el guión es algo escrito y todas las categorías que hemos premiado son algo que se puede ver, que está terminado. Para premiar un guión había que tener un trabajo escrito”.

Pablo Encalada, también vinculado al sector, comentó que “sin guión no hay rodaje, no post, no hay películas”. El gremio de guionistas se está consolidando en Ecuador, al igual que otros sectores del audiovisual. Andrés Massuh, guionista de Gama TV y uno de los principales voceros del sector, como integrante de la asociación Gala (Guionistas y autores literarios asociados de Ecuador), que actualmente está tramitando su personería  jurídica, comentó su inconformidad.

Massuh, considera una incongruencia que personas que “conocen el quehacer cinematográfico y que entienden el audiovisual hayan excluido esta categoría de sus premiaciones”.

Una de las consideraciones que ha hecho el gremio para enfrentar el tema es que “en el país los directores también hacen sus guiones, pero eso no es motivo para dejar de lado la categoría.Porque puede ser que haya un director que escriba un buen guión, pero no es lo mismo ser un director que escribe a ser director y guionista”, dijo Massuh.  

Asimismo, considera que si una de las preocupaciones de las distintas organizaciones vinculadas al sector es la profesionalización, entre ellas el Consejo Nacional de Cine, dar un reconocimiento al guionista como autor entra en este principio. “Si se hace hincapié en que el productor no sea el distribuidor y en la necesidad de que se desarrolle una industria también debe considerarse el papel de los guionistas”, dijo Massuh.

Bertha Tejada, guionista de TC televisión, se suma a esta crítica. “Los escritores nos sentimos excluidos y sabemos que tanto los directores como los productores saben la importancia de tener un guión en mano. Quien da el perfil de las locaciones y los perfiles de los personajes es el guionista”, señaló.

Tejada reconoce que hay muchos casos en los que el director es un hombre orquesta, pero -dijo- el audiovisual es un trabajo complementario.“El director y los actores le dan su toque. Nuestro trabajo está en papel y muchas veces tenemos en la imaginación una idea y termina siendo otra, pero somos el inicio.

Pienso que ellos se sienten dueños de la obra en el sentido de que la terminan, en lo que transforman, pero no significa que lo que hice yo, no sirva. En el momento del reconocimiento ya juega un papel el ‘ego”, dijo Tejada.

Vandierendonck, al ser cuestionado sobre la división del trabajo de los profesionales del libreto, dijo que es un tema a evaluar. Calificó la primera edición de los Colibrí como positiva y aseveró que la Copae, como entidad organizadora, discutirá los aspectos que deben mejorarse.   

“El mensaje es unir fuerzas, a mí no me interesa quién ha ganado, lo que me interesa es todo el proceso”, manifestó. (I)