Con la idea de plantear una programación ecléctica 13 cintas competirán por la Concha de Oro en esta 61ª edición, desde mañana hasta el 28 de septiembre, ante un jurado presidido por Todd Haynes.

Entre ellas, propuestas tan dispares como Devils Knot, de Atom Egoyan; la arriesgada La herida de Fernando Franco o Quai dOrsay, adaptación de un cómic por el veterano francés Bertrand Tavernier.

La propuesta se completa con secciones como Nuevos Directores, “en la que se apuesta por películas más pequeñas, de riesgo, que están buscando nuevos caminos”, afirma.

Pero uno de los platos fuertes se proyectará fuera de toda selección: el drama estadounidense Prisoners, del canadiense Denis Villeneuve, protagonizada por Hugh Jackman.

Coincidiendo con la entrega de un premio honorífico Donostia a Jackman, San Sebastián presenta en Europa una película esperada, cuyo director (Villeneuve) compite además con Enemy, en el que repite el estadounidense Jake Gyllenhaal.

El ausente este año será el cine asiático, sin representación en la Sección Oficial y con un único representante, el chino Yu Liu, en el apartado de Nuevos Directores.