Libertad del arte va al debate
El artista Jonathan Meese ha sido llevado ante los tribunales por haber hecho el saludo nazi como parte de una perfomance en junio de 2012 en el marco de un debate organizado por la revista Der Spiegel sobre el delirio de grandeza en el arte.
En Alemania, el uso del saludo nazi está tipificado como delito en el Código Penal pero los abogados de Meese, de nacionalidad alemana, sostienen que, en su caso, el gesto está enmarcado dentro de una obra de arte y no dentro de una declaración política.
En ese caso, el uso del saludo nazi estaría protegido por el artículo 5 de la Constitución alemana que garantiza la libertad del arte.
Los abogados aludieron en la vista de ayer en el juicio a otro sumario contra Meese por el mismo motivo que la fiscalía de Coblenza archivó en 2009, admitiendo que el gesto había sido parte de la manifestación estética de una obra de arte.
Además, han solicitado que se pida un informe a especialistas que debe mostrar que el visitante normal al debate de junio de 2012 podía reconocer que el uso del saludo nazi formaba parte de un proyecto artístico.
En aquel debate, Meese reclamó establecer una “dictadura del arte” y levantó dos veces el brazo para hacer el saludo nazi por lo que se lo acusa de uso de símbolos de organizaciones contrarias a la Constitución alemana.
Ya en la primera vista del proceso, el 18 de julio, Meese había respondido a los cargos diciendo que el saludo había sido parte de una acción artística. El artista es considerado como una de las personalidades más provocadoras del mundo artístico alemán del momento.
Otro caso similar es el de Eugenio Merino. Él ha sido llevado a juicio por ubicar una escultura de Francisco Franco, exdictador español, dentro de una nevera. (EFE)