Las pinturas de Sairy Lligalo se muestran en las galerías de Europa y de Norteamérica

En el listado de los artistas plásticos más reconocidos de Ecuador y del resto de América se encuentra Sairy Túpac Lligalo Malisa.

Su habilidad para dibujar y  pintar escenas de la realidad indígena actual lo han llevado a exhibir gran parte de sus obras en países de Europa y en Estados Unidos.

Es oriundo de Chibuleo, comuna ubicada a 3.174 metros sobre el nivel del mar y a media hora de Ambato. Allí se inspiró para pintar el 90% de sus óleos.

Los materiales sobre los cuales plasma su visión del panorama étnico de Ecuador y el resto de América son papel, lienzo, madera y metal, entre otros.

Veinticuatro de sus 49 años los ha dedicado a esta labor que, según afirma, fue inculcada por su abuelo paterno, Nicolás Lligalo, y es una de las 3 pasiones en su vida.

Este anciano fue, en vida, muy conocido en Ambato, ya que se destacó como un líder indígena muy solidario, al igual que Nazario Caluña, Juan y José Lligalo. 

En sus obras se unen el amor hacia la familia y el respeto por la naturaleza, que son sus otras 2 pasiones. Rostros de chamanes en trance, bailes tradicionales, familias cosechando trigo y almorzando, y el sincretismo entre el catolicismo y las creencias animistas de la etnia son escenas típicas de sus cuadros.

“Mis obras muestran la realidad del pueblo indígena y la espiritualidad andina, en medio de una sociedad mestiza que cada día va perdiendo sus raíces culturales”, señala Sairy, mientras trabaja en una de sus obras más recientes.

Se trata de un óleo de 60x50 que, a primera vista, parece la imagen de la Virgen María. Pero al profundizar en ella se observa una representación de la Pacha Mama, ataviada con una túnica blanca, sobre un cóndor con las alas abiertas (foto).

Exhibiciones internacionales

Obras como esta le han permitido viajar a países tan lejanos como Francia, Bélgica, Suiza, Dinamarca, Alemania y Estados Unidos.

En 2009, realizó una exposición de sus principales pinturas en importantes museos de Nueva York, Washington, Los Ángeles, San Francisco y la Universidad de Dakota del Sur, entre otras localidades.
En Nueva York, Lligalo representó al Ecuador hace 5 años en varios concursos de pintura paisajística y étnica.

Allí se hicieron famosos los páramos andinos de Pilahuín, San Francisco, San Juan, La Florida, Echaleche y otras comunidades cercanas a Chibuleo. Estos cuadros también formaron parte de importantes exhibiciones en 2 museos de París.

Allí tuvo la oportunidad de compartir criterios con artistas plásticos indígenas de otros países.

Técnicas de sanación ancestral

Además de participar en exposiciones pictóricas, durante su estadía en el país del norte el pintor pudo visitar la reserva de la tribu Sioux, en Dakota del Sur.

“Pese a la influencia occidental, esta comunidad ha conservado casi intacta su cultura. Es increíble observar los métodos de sanación espiritual que allí se practican, en total armonía con la naturaleza y con elementos y técnicas tan antiguos que son inentendibles para los mestizos”, dijo.

En la última parte, Lligalo hace referencia a los inipi, chozas pequeñas  hechas de pieles y barro sobre una estructura de madera, y usadas en prácticas de sanación ancestral por medio de vapor.

Los participantes de dicha ceremonia ingresan al habitáculo en ropa interior y realizan vaporizaciones con hierbas aromáticas del lugar, similar a un sauna.

Con temperaturas superiores a los 50 grados, en el interior de la choza se medita, reza y agradece a la madre tierra por sus favores, además de limpiar el cuerpo.

Al volver de su viaje, en 2010, el artista inauguró en Chibuleo el primer inipi del Ecuador, con el objetivo de fomentar la salud mental y sanidad corporal usando vapor.

“En esencia todas las etnias somos las mismas. Tenemos ritos muy similares para liberar la mente de cargas emocionales que nos hacen retroceder en nuestra carrera diaria”, agregó Lligalo. Manzanilla, ruda, eucalipto y otras hierbas del lugar son usadas para la ceremonia.

Reconocimientos

El talento de este pintor lo ha hecho acreedor de importantes reconocimientos.
En 2001 ganó el concurso de Pintura Latinoamericana, realizado en Quito. La Casa de la Cultura también lo ha premiado por varias ocasiones gracias a sus coloridas e innovadoras exposiciones.

Ha recibido además reconocimientos en varias ciudades de Estados Unidos por sus dibujos de elementos naturales que son utilizados como bocetos para tatuajes.

El sol, la luna, las estrellas, la noche y las aves son también parte de su inspiración así como protagonistas de sus obras.

Pese a que trabaja con una completa gama de color, sus tonalidades preferidas son el rojo, amarillo, azul, negro y verde.

Un óleo o cuadro pequeño de pared, 50x60 cm, está valorado en $ 200. El tiempo estimado que Lligalo se demora en elaborar estas pinturas es de entre 5 días y 2 semanas.

El valor de las obras pictóricas puede variar de acuerdo al tiempo de elaboración, dificultad del diseño, material base y número de colores usados.

Para mediados de diciembre, Lligalo planifica realizar una muestra pictórica en la Casa de la Cultura Ecuatoriana, en Quito.

A la entrada de un inipi en Chibuleo, Sairy pinta la cara de un chamán en trance. Sus obras se basan en paisajes andinos y escenas de la vida diaria en esta etnia, situada a 30 minutos de Ambato.