Las Diabladas de siete países se reunirán en Ecuador
Ecuador ha convocado a los diablos danzantes de Sudamérica a un encuentro con el que quiere fortalecer la integración cultural de la región y recuperar el acervo de un personaje que nutre las fiestas de varias comunidades indígenas.
Se trata del I Encuentro Latinoamericano de Diabladas, festejos coloridos que celebran grupos nativos de Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Perú y Venezuela.
La gobernadora de Tungurahua, Lira Villalba, se puso como meta llevar a su pueblo natal, Píllaro, a las diabladas de los otros países para un gran encuentro donde se escriba la historia de esta tradición.
De momento la respuesta ha sido satisfactoria, señaló la gobernadora, quien espera reunir el 4 de enero próximo a las diabladas de toda Sudamérica, aunque aún debe sortear algunas dificultades como el traslado de ciertas delegaciones, como la de Bolivia, donde el transporte por carretera tarda unos 4 días.
Con un presupuesto de $100.000, la gobernadora asegura que podrá contar con las representaciones de 7 países sudamericanos y no descarta dialogar con embajadas de otros, como México y Guatemala, donde también hay celebraciones similares. Villalba reconoce que la diablada más famosa es la de la ciudad boliviana de Oruro, y que son importantes las de Iquique (Chile), Yare (Venezuela) y Puno (Perú), aunque asegura que cada representación tiene su propia identidad.
La Diablada de Píllaro, por ejemplo, tiene al menos dos historias, la primera ligada a una pugna entre jóvenes de barrios distintos de la localidad, y la otra como un instrumento de resistencia ante la colonización española.
Las caretas -algunas pueden llegar a pesar hasta 80 libras- son elaboradas de cartón, madera y con cuernos de ovinos o bovinos, finamente decorados con colores en los que predominan el negro y rojo.