La XV edición del 'Otro Cine' llega a su fin y se repondrán varios filmes

Maya Goded es una fotógrafa que creció en la Ciudad de México, donde la sexualidad femenina está mediada por la moral cristiana, como en el resto de países de América Latina. Cuando se embarazó tuvo la necesidad de identificar y entender cuál es el rol de las mujeres, de ella misma, en la sociedad.

Un día, sentada en una banca en el centro de la Ciudad de México, en el barrio La Merced, donde hace más de cuatro siglos hay comercio sexual y una fuerte presencia religiosa, decidió iniciar un proyecto fotográfico que registre a las trabajadoras sexuales de la zona.

“Sí. Quería hablar de prostitución, y eso implicaba hablar sobre la desigualdad y la transgresión, sobre el cuerpo, el sexo, la maternidad, la niñez y la vejez, el amor y el desamor. Después de 5 años de fotografiarlas comprendí lo que buscaba: desentrañar los secretos y los significados que el cuerpo de las mujeres encierra”, cuenta Maya, cuyo proyecto se transformó en el documental Plaza de la Soledad, que se presentará, a las 18:00, en la Universidad de las Artes.

Junto al trabajo de Goded también se presentarán hoy, en Guayaquil, otras dos películas en el último día de la XV edición del Festival Internacional de cine documental, Encuentros del Otro Cine (EDOC).

A las 18:00, en Muégano Teatro, se proyectará Zud, de Marta Minorowicz (Polonia, 1979), quien es directora de la reconocida película A Piece of Summer, que recibió premios como el Gran Premio del Festival de Clermont-Ferrand, la Paloma Dorada del DOK Leipzig y el Gran Premio de Lodz de Polonia.

Zud narra las secuelas que deja el inesperado retorno de la nieve en Mongolia, el cual devasta los cultivos de las familias nómadas y obliga a que Sukbat, de 11 años, deje su niñez para ayudar a su familia. Él deberá domar un caballo salvaje y competir en una carrera que le facilitaría la vida económicamente.

Uno de los trabajos más premiados de la cineasta Rokhsareh Ghaem Maghami (Irán, 1975) se presentará, a las 20:00, en Muégano Teatro. Se trata de Sonita, documental reconocido en festivales como Sundance o IDFA, que narra la historia de Sonita Alizadeh, una adolescente rapera cuya familia afgana trata de venderla en matrimonio.

“Si Sonita pudiera decidir, Michael Jackson sería su padre y su madre Rihanna. Esta chica de 18 años plasma en su diario su sueño de ser una rapera famosa. Por el momento, sus fans son las adolescentes con quienes convive en un refugio de Teherán. Allí, Sonita, una refugiada de Afganistán, recibe apoyo psicológico y orientación para definir su futuro. Su familia tiene previsto uno muy diferente para ella: como esposa ella vale $ 9.000. No solo eso, las mujeres tienen prohibido cantar en Irán. El núcleo de la película consiste en el alegato artístico de Sonita en contra de la desastrosa práctica de los matrimonios forzados en un video de rap impresionante y dramático”, reseña el International Documentary Filmfestival Amsterdam (IDFA).

Lo “mejor” del EDOC se proyectará en una sala de la capital

En el Ochoymedio habrá una reposición de algunos de los mejores documentales que se proyectaron en el EDOC, desde que arrancó el viernes 20 de mayo. Entre ellos están Mi tía Toty, Dreamtown, La buena vida, B Movie: Lust & Sound in West Berlin (1979-1989), La impresión de una guerra, Family Affair o Llévate mis amores, incluidas algunas películas del cineasta colombiano Luis Ospina, invitado especial de esta edición junto al brasileño João Moreira Salles.

Hoy, a la 18:30, se presentará Nuestra película, de Ospina, en la que el director entrevistó poco antes de morir por VIH al pintor Lorenzo Jaramillo, un artista que además trabajó en el dibujo, la ilustración, el grabado y la escenografía.

El resultado no es un documental más sobre la vida y obra de un pintor sino una pequeña obra maestra del video. Nuestra película, según la definición del escritor y crítico Sandro Romero Rey, es “una canción de cuna para un moribundo”. Es el testimonio final y reposado de un artista muy lúcido que, poco antes de morir, descubre que dejó una obra que “no está nada mal”. (I)