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La película ya fue presentada en festivales de estados unidos

La verdadera conciencia humana despierta en Sed

“Más que una historia, es un filme sobre sensaciones, percepciones y atmósfera”, comenta el director de Sed.
“Más que una historia, es un filme sobre sensaciones, percepciones y atmósfera”, comenta el director de Sed.
DANIEL MOLINEROS / el telégrafo
01 de julio de 2016 - 00:00 - Redacción Cultura

Dos parejas emprenden un viaje fuera de la ciudad hacia una hacienda que, para ellos, los desconectará de la ajetreada cotidianidad y les brindará paz. Sin embargo, el verdadero tránsito, viaje de los cuatro protagonistas de la ópera prima de Joe Houlberg, Sed, iniciará cuando convivan entre ellos y se enfrenten a los secretos que ese lugar guarda, desde tiempos remotos, en sus pasillos y habitaciones.

Sed es una película de suspenso de corte fantástico y un thriller psicológico que tiene como protagonista a Sara (interpretada por la cineasta Ana Cristina Barragán), una chica ciega que se convierte en el reflejo del resto de actores, en tanto ella les despierta el deseo de ver algo que están ocultando, o que no pueden mirar a simple vista.

Sara tiene la necesidad de regresar al pasado, a su infancia y entender qué fue lo pasó en esa hacienda que la dejó ciega y cambió su vida por completo. José Luis, su novio, es un sujeto narcisista que transforma a Sara en su espejo necesario para mirarse sin ser juzgado, nunca. Mientras que Carolina, su mejor amiga, quiere ser vista como el centro de atención, aunque tenga que humillar al resto, incluso a su novio, quien empieza a sentir cierta atracción corporal por Sara.

Es, en definitiva, un filme sobre los deseos psicológicos reprimidos de cuatro sujetos que, paulatinamente, comienzan a despertar su lado menos amigable socialmente al sentirse indefensos en un lugar (la hacienda) que les es desconocido.

Sed, que se estrenará hoy a nivel nacional luego de presentarse en el Chicago Latino Film Festival y en el Ecuadorian Film Festival in New York, es una película que carece de muchos diálogos, donde la composición fotográfica (emula una especie de ensoñación por los colores amarillentos que maneja) es la que va narrando la historia.

La idea del filme surgió de unos recuerdos que el director de la cinta, Joe Houlberg, tenía de niño, cuando solía ir a la hacienda de un amigo, Bernardo, y pasaban todo el día jugando, ordeñando vacas y leyendo los libros de terror, Escalofríos. “Me fascinaron tres cosas de ese sitio: la energía acumulada de las haciendas, donde han vivido varias generaciones y hay historias que uno no se las imagina; también me gustaba la arquitectura del lugar, estar en el campo; y me interesaba, o más bien me impresionaba, ahora quizás más que cuando era niño, el tema poscolonial que existe en Latinoamérica, sobre todo en espacios como la hacienda. El hecho de que haya un patrón y cuidadores, y cómo está marcada esa línea de poder que los separa”, señala Joe.

Sed obtuvo en 2013 el premio para postproducción del Consejo Nacional de Cinematografía (CNCine) y, en 2014, los productores fueron parte de la comitiva ecuatoriana en el reconocido mercado cinematográfico del Festival de Cannes, Marché du Film. En ese año se presentaron en Ventana Sur, donde la película integró la sección de filmes BloodyWork in Progress, cuya curaduría fue de José Luis Rebordinos, director general del Festival de Cine de San Sebastián.

“La historia aborda lo que llamo ‘la fragilidad de la mente humana’. Me interesaba ver cómo los personajes se vuelven vulnerables en un espacio en el que no están acostumbrados a estar. Acá, en Quito, todos actuamos como gente racional y normal, pero cuando estamos en espacios ajenos las inseguridades empiezan a surgir. Ahí fue cuando me di cuenta de que los personajes tenían sus necesidades ocultas, sus deseos ocultos y, a partir de esas pulsiones y miedos -de todo tipo, sexuales, de atención, de infancia, de traumas-, supe que la película funcionaría”, apunta el director de la cinta, quien para la banda sonora decidió unir la música afroecuatoriana de Los Chigualeros y la música académica de Gerardo Guevara y Luis Humberto Salgado.

Sed encuentra varios puntos de coincidencia con algunos de los referentes cinematográficos de Joe. Está, por ejemplo, el suspense de Alfred Hitchcock, cuyo filme, Frenesí, fue una referencia para construir el personaje de José Luis. También está la obra de Michael Hanake, con las cintas Caché, La pianista, y una de sus menos conocidas, El video de Benny. Y, finalmente, está Stanley Kubrick, con The Shining (El resplandor), película basada en una obra de Stephen King, en la que el protagonista, al igual que los personajes de Sed, van perdiendo la cordura o, más precisamente, se van revelando con todas sus contradicciones. (I)

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