La Trinchera dedica festival a los damnificados
Nixon García, director del Teatro La Trinchera, la compañía que el 26 de agosto cumplió 34 años de gestión y actividad cultural, tomó el mito de la caña para escribir una de las obras que se presentará en la vigésima novena edición del Festival Internacional de Teatro La Trinchera.
La caña es un símbolo de la resiliencia. En Manabí, tras el terremoto del 16 de abril, los habitantes que cosechan la caña guadúa ven en este material un sinónimo de la reconstrucción y las posibilidades de que la tierra vuelva a tambalear y ya nada se caiga ni se pierda debajo del cemento.
La obra que presentará La Trinchera se llama ‘Mancha e’ Caña’ y, con la dirección de García, tiene en el elenco a actores de la compañía junto con el grupo contraluz de Portoviejo, bailarines de la compañía Ceibadanza y cantantes invitados.
“La caña es un símbolo ecológico frente a la catástrofe y decidimos tomar este elemento para hacer un espectáculo a partir de los mitos montuvios, de las leyendas campesinas que genera la caña guadúa y que se estrenará en el festival”, dijo García sobre la obra.
El encuentro iniciará el 8 de septiembre y se mantendrá en distintos puntos de la provincia con presentaciones en albergues, hasta el viernes 16. Este año el festival está cargado de propuestas con temáticas sociales desde Ecuador. En la programación participarán grupos que desarrollan labor comunitaria, entre ellos Humor y Vida, que trabaja con personas en condiciones de riesgo.
Participa, además, ImaginoTeatro, dirigida por Santiago Carcelén, donde la propuesta de las obras se concentra en la técnica de clown y mimo. La Buena Compañía estará en el festival con trabajos humorísticos, llevados tradicionalmente hacia sectores desfavorecidos.
Entre los grupos internacionales participarán Badulaque, de España, con una propuesta que combina danza y circo; la Compañía Reverso con agrupaciones de Uruguay, Chile y Argentina, quienes traen un espectáculo contemporáneo de la nueva dramaturgia uruguaya.
“La programación tiene esas características -expresó García- porque en las condiciones que vivimos, de crisis, de emergencia, hemos considerado que el festival debe aportar con una motivación importante en la recuperación emocional de los afectados y de la ciudadanía que ha sido afectada, de una u otra manera, por los efectos del terremoto”.
El festival cumplirá 30 años de realización con el 60% menos de su presupuesto. La edición tiene como única sede el Teatro La Trinchera, pues el Teatro Universitario de Chushig se vio afectado en su infraestructura tras el sismo.
Se recorrerán albergues de Jaramijó, Jama y Bahía de Caráquez, donde hay público que no puede acceder al teatro. “Llevaremos todo lo que pueda aportar para que la población participe”, dijo García.
“Aspiramos a que la gente poco a poco vaya retomando su entusiasmo por asistir a la presentación del teatro que siempre ha sido muy buena en la provincia, con una efervescencia considerable”, puntualizó el director de la organización cultural. (I)
