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La poesía, eterna transgresora, es amiga del punk

Los poetas latinoamericanos del Festival Latinale disfrutan de una excepcional vista de Berlín en la Alexanderplatz.
Los poetas latinoamericanos del Festival Latinale disfrutan de una excepcional vista de Berlín en la Alexanderplatz.
Latinale-Berlín / Timo Berger
20 de noviembre de 2017 - 00:00 - Valentina Uribe. Corresponsal en Berlín

“Toda confusión es un poema”, dice el poeta y narrador Alan Mills (Ciudad de Guatemala, 1979), mientras toma su cerveza. Su sentencia cae de manera contundente  sobre la mesa del bar en Berlín donde está.

El guatemalteco, quien vive en la ciudad desde 2012, es uno de los 60 poetas que desde 2006 han sido invitados a participar en el festival rodante de poesía latinoamericana Latinale.

Con el Instituto Cervantes de Berlín, el festival convoca anualmente a las voces más importantes de la poesía contemporánea en el mundo.

Pero más allá de ser un podio para la poesía latinoamericana en Alemania, Latinale es una importante plataforma de encuentro entre poetas emergentes y ratificados, de la diáspora y aquellos que escriben en su país natal.

“Los festivales alternativos de literatura son muy importantes para nosotros, especialmente para los escritores jóvenes… Sin esos espacios, ellos no tendrían otras formas de darse a conocer y mover su obra”, dice Mills.

A diferencia de otros festivales de poesía, el Latinale se identifica con una estructura móvil y va a buscar su audiencia. No espera por ella.

Como si fueran estrellas de rock, el ecléctico grupo de poetas se va un mes de tour por diferentes ciudades de Alemania presentando su trabajo en lecturas y talleres.

El formato descentralizado del festival recuerda nuevamente que el punto de despegue de la poesía es el sonido de la palabra y que las líneas que hoy se cree separan al poeta del músico no son fieles a la tradición revolucionaria de este género literario.

Así también lo demostró el año pasado la organización del Premio Nobel al laurear al cantante Bob Dylan con el premio de Literatura.   

Para entender esta imagen del poeta como músico o viceversa, basta pensar en los rapsodas de la Grecia antigua, quienes viajaban de pueblo en pueblo declamando poemas homéricos y recitando recados y noticias.

La poesía, hermana de la música, es un espacio capaz de contener diferentes voces, ritmos y registros, y por ende, de transgredir las normas y reventar el lenguaje.

“La poesía es viva -afirma Alan- y Berlín es una ciudad con muchas esquinas, muy intensa, siempre en cambio, por eso se complementan tan bien, pues a veces, aunque suene contradictorio, el movimiento solo puede ser capturado por la imagen.

Pero la poesía, como la música, también es transgresora, es punk, pues, a raíz de que el mercado tiene otros géneros de mayor participación e influencia, los poetas nos hemos visto obligados a defender la poesía a toda costa. “La poesía es, entonces, un buen ejemplo del anticapitalismo”, dice Mills.

“Uno de los grandes logros del festival Latinale ha sido contribuir a crear una comunidad o red de artistas mundial, una especie de rizoma de poetas con diferentes niveles de experiencia y estéticas a través del globo”.

Poetas de internet

Pero no solo los festivales de literatura han contribuido en la creación de nuevas comunidades poéticas. La omnipresencia de internet ha facilitado el intercambio artístico entre poetas. También abre un nuevo espacio de presentación para escritores.

“Los medios digitales son una excelente plataforma, gracias a internet hemos podido ver la gran cantidad de talento que existe en todos los rincones”, acota Alan.

Sin embargo, la hiperexposición e inmediatez del medio tiene sus desventajas.

Hoy, cuando el escritor acaba un texto, quiere publicarlo rápido. Sin embargo, a veces, lo mejor para un texto es no publicarlo sino guardarlo, dejarlo descansar.

Pero esta hiperexposición que tienen los escritores hace regresar a los textos. “Lo importante es que permanezcan en el tiempo, que puedan ser leídos después de 10 años y que aún sean relevantes”.

¿Los medios digitales han impactado el lenguaje poético, la estructura y extensión del poema, e incluso su temática? Alan, a quien muchos críticos han catalogado como un poeta digital, se ríe.

“Hubo una época en la que el espacio literario le dio mucha importancia a lo digital, pero hoy, ¿qué poeta no tiene una presencia digital? ¿Quién no ha tenido un blog o publicado en Twitter?...

Es como hablar por teléfono… lo digital ya no es una característica sino una condición, y eso causará que volvamos a discutir los poemas.

Sin embargo, hay que decir también que todo lenguaje tiene su soporte y su formato y existen textos que son creados para los medios digitales.

Hoy se escribe más poesía que antes y parece que ser poeta es una figura más accesible, vivencial y cotidiana.

La poesía se ha desmitificado y el lenguaje popular se mezcla ahora con la poesía todo el tiempo… todos somos, como hemos visto en Twitter, “el poeta”.

Para él, la poesía es ruptura… A veces piensa en ella como un género literario transgénero. Es el laboratorio para la literatura. (I)

→Los poetas latinos, residentes en la capital alemana, y los llegados del otro lado del Atlántico, para el Festival Latinale en una cervecería local.  Foto. Latinale-Berlín /  Timo Berger

Poema ‘PDF’

Poesía digital
El poema digital ‘PDF’, de Alan Mills, autor guatemalteco y residente en Berlín, señala: “Una letra besando a otra letra que besa a otra,/ hasta formar la idea de lo que va a venir”. Él tiene 2 poemarios y escribe su primera novela.

→ 11 años tiene el festival Latinale, que presenta a los mejores poetas de Latinoamérica.

Migrantes y poemas
Para Mills, migrante, la poesía es un lenguaje apto para expresar lo inexpresable: “El choque cultural, el desplazamiento territorial… todo eso lo recoge la poesía”.

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