Con La muerte de Caín -cuarteto formado por los poemarios El Libro de la Desobediencia, Carni vale, Labor del Extraviado y La Bestia Vencida- Ernesto Carrión abrió una trilogía única titulada Ø. Su segundo volumen es el quinteto Los duelos de una cabeza sin mundo, del que ya han aparecido Fundación de la niebla (Cascahuesos editores, Arequipa, 2010) y Demonia Factory (Zignos, Lima, 2007/ Eskeletra, Quito, 2008/ Limón Partido, México D.F., 2009), y mientras sigue en proceso esa saga, mañana, el poeta revelará Los diarios sumergidos de Calibán (Doble Rostro, Quito, 2011) proyecto ganador de la Beca Para Escritores de Iberoamérica y Haití, Fonca (Fondo Nacional Para la Cultura y las Artes), Conaculta (Consejo Nacional para la Cultura y las Artes) y Aecid (Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo), 2009.

En el mismo acto de presentación que se realizará en la Alianza Francesa de Guayaquil (Hurtado y José Mascote) se revelará Ghetto Americano antología poética (Catafixia Editores, Guatemala, 2010). Este volumen es parte de la Colección latina de la editorial y en este (décimo primer tomo de Carrión), el autor reúne   parte de lo mejor de sus libros anteriores como: Monsieur Monstruo, Demonia Factory, La Bestia Vencida, Fundación de la niebla, Telegramas para Madame Monstruo, Carni vale y Los diarios sumergidos de Calibán (Libro I). Por ello, este último se convierte en la piedra angular de la nueva obra de Carrión, quien lo escribió durante una residencia de 4 meses resultado de la beca ganada por el proyecto y a la mitad de ese período lo dividió en 2 volúmenes que recorren la historia de Calibán (personaje de la tempestad de William Shakespeare) que representa al nativo de las Américas Indias, en un extenso discurso que va del siglo XV al XX.

Por cuestiones de la beca se publicó la plaquette Los diarios sumergidos de Calibán (Libro I), (Conaculta, México D.F., 2009) con portada diseñada por un artista visual compañero de la residencia y con doce textos sacados del primer volumen de unas 83 páginas. Ese es el libro que revela hoy con un estudio introductorio del poeta uruguayo Eduardo Espina, quien al igual que Carrión fue finalista del II Certamen Hispanoamericano de Poesía Festival de la Lira (2009). Los diarios sumergidos de Calibán comprueba la teoría de que la escritura de Ernesto Carrión es circular, pero no regresa al punto de origen que sería lo usual, sino que sigue creciendo a manera de espiral y el final de cada libro es como el respiro o la pausa necesaria de la lectura de una gran historia.

Hay un sabor a narrativa en ese texto premiado porque, como señalan los críticos especializados, “inicia su segunda saga poética, la cual también podría leerse como una novela reacia a la trama, donde las voces que la habitan tienen esa turbia fluidez de lo que la memoria esconde”.

Carrión se aparta de los escritos que antes abordaron la conquista al no asumirse como la voz de los vencidos; afirma que la colonización no ha terminado, que de una u otra manera, todos son los continuadores de ese proceso, pues llevan adentro a Calibán y a Próspero encadenados. Quienes han leído su obra previa se verán sorprendidos por los quiebres de registro a lo largo del libro, que marca el enfrentamiento del poeta con la historia y sus ficciones -la única pelea que le restaba asumir desde la lírica-.

Ghetto Americano es más bien, según el también poeta Wladimir Zambrano, la resistencia de la voz poética a las fuerzas de la finitud, oquedad, monotonía con admirable dominio de la imagen y sostenimiento del discurso. En el acto de mañana, a las 19:30, intervendrán  los escritores Marcelo Báez y Jorge Velasco Mackenzie; tocará el guitarrista Stanley Parker. La actividad es organizada por Casa Morada, iniciativas culturales