Esta semana la Orquesta Sinfónica Nacional presenta nuevos proyectos; su objetivo: acercar variados repertorios a más públicos.

En el marco de los conciertos de temporada, esta noche (20:00), en el Teatro Politécnico, se presentará un recital gratuito a cargo del director bielorruso-ecuatoriano Andrei Vasileusky  y con la actuación del  pianista invitado Pablo Valladares y el cantante Andrés Carrera.

La Orquesta Sinfónica Nacional del Ecuador (OSNE) interpretará el virtuoso Concierto para piano Nº 2, de Beethoven; el poema sinfónico Till Eulenspiegel, de Richard Strauss; la célebre Danza de las horas, de Ponchielli; una obertura de Glazunov y dos partituras de reconocidos compositores ecuatorianos.

“Sabemos que al ser en el Teatro Politécnico, muchos de los estudiantes se acercarán. Siempre se llena. Es maravilloso ver cómo a los jóvenes les gusta mucho la música clásica”, afirmó Julio Bueno, quien es presidente de la Junta Directiva de la OSNE.

El programa iniciará con la Obertura solemne, de Alexander K. Glazunov, quien luego dará paso al joven pianista Pablo Valladares, quien ejecutará el Concierto para piano Nº 2, de Ludwig van Beethoven, obra que contribuyó a la presentación del músico alemán como uno de los nuevos talentos musicales de Viena, en el siglo XVII.

A través de sus tres movimientos esta partitura muestra un carácter juguetón y exhibe la técnica vertiginosa del solista. Denota, también, la ternura y sutileza del compositor, especialmente en el tercer movimiento que presenta las imágenes onomatopéyicas de la primavera a través de un tema tomado del folclore vienés.

Luego del intermedio se escenificará el cuento musical Till Eulenspiegel, de Richard  Strauss, que contiene una sucesión de las imágenes sonoras más diversas y un excepcional sentido de la dramatización, ejecutado con efectos orquestales.

En un cuarto de hora sinfónico el compositor pinta divertidos personajes, entre los que destaca el cínico y desvergonzado  protagonista.

“Till Eulenspiegel es una de mis obras sinfónicas favoritas de siempre”, dijo Tigran Ter-Mnasyan, primer corno  de la OSNE, en el receso de uno de los ensayos.

“Su origen es anecdótico, ya que el papá de Richard Strauss era cornista, de manera que cuando el padre  calentaba su instrumento, tocaba unas frases. Strauss se inspiró en esas frases y los solos de corno que están todo el tiempo sonando en la obra son, precisamente, esas frases”, explicó el joven músico armenio, quien vive desde hace ocho años en Quito.     

Siguiendo el programa, luego vendrá la Danza de las horas, de Amilcare Ponchielli,  la obra más difundida del compositor italiano. Este ballet miniatura fue utilizado por Walt Disney en su película Fantasía, para hacer bailar a hipopótamos, avestruces, lagartos y elefantes.

El concierto terminará con dos partituras ecuatorianas: Pasillo de la Suite Nº 2, del destacado compositor imbabureño Segundo Luis Moreno; y la canción popular A mi lindo Ecuador, de Rubén Barba.

La Orquesta Sinfónica se fusiona con rock y bomba

La Orquesta Sinfónica en el Barrio es el nuevo proyecto de la OSNE que intenta llevar los más variados repertorios a los sectores más alejados de la capital ecuatoriana. La iniciativa empezará esta semana  con dos conciertos en los extremos de la ciudad.

El primero será mañana, a las 20:00, en la Concha Acústica (actualmente  remodelada), ubicada en el barrio de La Villaflora, y el viernes será en la Concha Acústica (frente a la UPC) en Carapungo, al extremo norte de Quito.

El repertorio incluirá música europea, latinoamericana y ecuatoriana. Entre los temas que destacan están Chiquilín de Bachín, de A. Piazzolla; Danza húngara Nº 1,de J. Brahms; y Danza eslava Nº 2, de  A. Dvorák; A mi lindo Ecuador, de Rubén Barba, entre otros.

Sin embargo, la novedad está en que para cada uno de los conciertos se contará con un grupo invitado que sea afín con la música que predomine en esa zona.

En La Villaflora, por ejemplo, se presentarán al final dos temas junto con la banda de rock Descomunal, mientras que en Carapungo se contará con la participación del grupo de bomba Oro Negro.

“Con esta iniciativa queremos realmente llegar a los barrios. Salir a donde está el público. Tanto la gente del sur como del extremo norte tienen derecho a recibir conciertos de calidad y gratuitos. Y para ello hemos trabajado en conjunto con la Secretaría Metropolitana de Cultura. El Municipio nos está ayudando con la logística y los escenarios”, manifestó Bueno.

La entrada para todos los conciertos será gratuita.