“La muerte de Roldós” combate las fisuras del silencio
Una sala saturada de espectadores estalla en aplausos después de cada contundente declaración que efectúa Jaime Roldós, mientras lo miran a través de una pantalla de cine. Y lo hacen, aun con más fuerza, cuando el ex presidente del Ecuador pronuncia el 24 de mayo de 1981 un discurso en la ceremonia que se realizó en el Estadio Olímpico Atahualpa, con motivo de la condecoración a los combatientes de la Guerra de Paquisha.
“El Ecuador eterno y unido en la defensa de su heredad territorial. El Ecuador democrático, capaz de dar lecciones históricas de humanismo, trabajo y libertad. Este Ecuador Amazónico, desde siempre y hasta siempre. ¡Viva la Patria!”, fueron las últimas palabras públicas que pronunció Roldós, horas antes de morir en un accidente de avión junto con su esposa Martha Bucaram, el ministro de Defensa Marco Subía Martínez y su esposa, Irlanda Sarango; los tenientes coroneles Héctor Torres y Armando Navarrete, el piloto y edecán del presidente, Marco Andrade, el copiloto Galo Romo y la azafata Soledad Rosero, quienes iban, en un Beechcraft King Air, rumbo a Macará, donde Roldós debía tomar un helicóptero para dirigirse a Zapotillo y participar en otra ceremonia.
Contrario a los aplausos de la gente que mira a Roldós en pleno siglo XXI, las personas que asistieron a aquella ceremonia en el Olímpico Atahualpa lo abuchearon debido a las medidas económicas que había aplicado semanas atrás.
Con estas primeras impresiones de un público que se alista a experimentar toda una maratónica y acertada selección de documentales hasta el 19 de mayo, en diferentes zonas del país, se inauguró la XII edición del Festival Encuentros del Otro Cine (EDOC), el anterior jueves, en el Teatro Nacional de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE).
Al evento asistieron los hijos de Jaime Roldós, Martha y Santiago, y su hermano, León. Mientras tanto, en los exteriores del Teatro, más de una centena de espectadores no pudieron ingresar por la temprana y masiva concurrencia de la gente que estuvo por más de dos horas en el evento de inauguración.
Con la presentación del documental “La muerte de Jaime Roldós”, realizada por Manolo Sarmiento, quien además es director de los EDOC, y Lisandra Rivera, se inicia una serie de cintas que reflejan a una “humanidad confrontada a la crisis” que “deja la inmovilidad y confronta el silencio”, como lo anuncia el editorial que da apertura a la revista “El otro cine”.
“Mucha gente en Ecuador diría que la mayoría no es indiferente ante los hechos de aquel fatídico día, pero a la hora de preguntarse por qué este episodio caló tan hondo, no es fácil encontrar una respuesta porque, al mismo tiempo, fue rápidamente olvidado. El mayor obstáculo, en general, es el silencio. Por ello, lo que la película hace en una parte es acudir a las fuentes sobre este tema, que están disponibles y a la luz pública”, señala Sarmiento, quien junto a Rivera, abren los surcos de la memoria a través de personajes y documentos históricos que siempre estuvieron disponibles para la investigación.
El documental está compuesto por cuatro episodios claves: una introducción histórica de las condiciones geopolíticas, sociales y económicas en las que asume el poder Jaime Roldós, quien llega a ser presidente del Ecuador en 1979, gracias a una alianza entre el Partido Concentración de Fuerzas Populares y el Partido Democracia Popular.
Una segunda parte relata “La primera muerte de Roldós”, en la que se recorren los principales hechos políticos, nacionales e internacionales, que pudieron haberse convertido en la causa de un presunto asesinato al Presidente, quien en ese entonces, en medio de las más represivas dictaduras que vivió América Latina, se convirtió en una figura fundamental y estratégica en la región, pues abogaba con fuerza por el respeto a los Derechos Humanos y el retorno a la Democracia.
La tercera parte, denominada “La segunda muerte de Roldós”, recoge los testimonios íntimos de su familia. Finalmente, se presenta un epílogo en el que se reflexiona sobre el ejercicio audiovisual de haber hecho este documental, y sobre los caminos que aún restan por revelar y recorrer.