Esta semana, el violinista Jorge Saade cesará de sus funciones como Director de Cultura de Guayaquil. Tras ocupar el cargo desde 2011, Saade pasaría a otra función dentro del Ministerio de Cultura y Patrimonio. La Dirección de Cultura de Guayaquil, en cambio, pasará al mando de la escultora y vicedirectora de Aprofe, Larissa Marangoni.

Hace dos años, Marangoni se vinculó a la Dirección de Turismo de Guayaquil y trabajó de cerca con el Ministerio de Cultura y Patrimonio.

Luego de tres meses de que Guillaume Long asumiera la cartera de Estado, Marangoni se apunta en el nuevo equipo de trabajo y “el orden” que busca darle la entidad a los espacios culturales.

La Dirección de Cultura de Guayaquil tiene bajo su mando nueve museos. Usted ha recibido una propuesta del Ministerio de Cultura y Patrimonio con un objetivo, ¿cuál es?

Es muy temprano para decirlo. Obviamente queremos activar los espacios, que la cultura entre con fuerza y sea parte integral del desarrollo de las ciudades.

No he hecho el análisis de las condiciones en las que están los museos. Quisiera ver números, el potencial de cada espacio, en qué situación están, especialmente el Museo de Arte Antropológico y Contemporáneo (MAAC) que, creo, tiene una agenda muy interesante y exposiciones contundentes, donde la historia es lo que premia.

Hay que hacer que el MAAC vuelva a tener la actividad que siempre tuvo: ser un centro cultural, tener distinto tipo de exposiciones y actividades.

¿Percibe que hay un decaimiento del espacio?

Creo que el arte siempre ha sido malinterpretado. No creo que haya un decaimiento, creo que el arte debe tener un balance, pues no solo es lo contemporáneo, ni el entretenimiento ni lo que le gusta a una cierta cantidad de personas. El arte es todo.

Entonces, ¿qué es lo que hay que hacer?: articular ese todo y que se formen activaciones importantes en todos los géneros. En música, teatro, literatura, poesía. Lo que ha pasado es que se ha trabajado por separado y hay que comenzar a articular.

Una de las visiones para los museos públicos es que sean hegemónicos, de tal forma que puedan dinamizar culturalmente su zona de influencia, ¿cómo cree que deberían activarse estos museos con la comunidad?

Creo que con el éxito de la Universidad de las Artes y la articulación con el Instituto Técnico de Artes del Ecuador (ITAE) podríamos tener una gran cantidad de estudiantes y el profesorado trabajando.

A eso me refiero cuando digo que hay que articular las actividades porque el museo no puede trabajar solo per se.

Cerca del MAAC están Las Peñas, el cerro, pero no solo es el barrio, tienes todo Samborondón, la zona próxima a la ciudad que podría interrelacionarse.

La gente se olvida de que el museo es un lugar de reunión de artistas, de los ciudadanos, de las personas que no solo están exponiendo, sino de las que están visitando.

Además, tiene que ser una de las paradas de los turistas. He entrado y no hay suficientes guías que hablen inglés.

Hay que pensar en qué quiere ser cada museo: si solo llevar exposiciones o si es parte de nuestra cultura. Si queremos que las exposiciones hablen de lo que somos. Hay que hacerse muchas preguntas antes de resolver los problemas.

Mucho de lo que ha hecho en los últimos años ha estado fuera de los museos y más bien, en su trabajo, ha integrado el espacio público como escena para el arte, como lo que hizo con ‘Música en la Metrovía’...

La gente ya no va a los museos. El museo se ha vuelto un lugar catalogado, tal vez por la parte curatorial, como aburrido.

Es un lugar donde te están observando y pidiéndote silencio. Debemos hacer salas donde haya algo más interactivo, educativo y también usar los espacios externos.

Buscar los espacios donde la gente se reúne, no esperar que las personas lleguen al museo. Creo que falta más de comunicación y socialización. Creo que la ciudadanía no sabe lo que está sucediendo dentro de los espacios culturales.

En Guayaquil se percibía una lucha por los espacios culturales, de forma que se han gestado muchos independientes con gestores culturales que, tal vez, son los que están más pendientes de lo que pasa en cultura, ¿cómo integrarlos también a este proceso?

Debemos trabajar con quienes manejan los museos en otras ciudades y con los gestores. Aquí hay mucho gestor cultural, no puede ser un trabajo arbitrario, tiene que haber un propósito y un fin.

Uno de los principales objetivos ahora es insertar la educación. El museo tiene que ser pedagógico, comunitario, tiene que ser lo que debe ser un museo.

Creo que estamos en un mundo de mucho movimiento y tenemos que hacer que lo que se enseña se mueva.

¿Hay que darle una personalidad a la Dirección de Cultura de Guayaquil?

Creo que hay que darle un toque a la Dirección de Cultura, creo que está muy tieso, el concepto de museos ha sido muy rígido y creo que necesita más agilidad en su gestión. Es un trabajo en equipo.

¿Pero también hay que descentralizar el manejo?

Creo que eso se está cambiando. Hay gente como Valentina Brevi, Ana Rosa Valdez. Tienes ahora también una Ana Rodríguez, una persona muy preparada como viceministro; el Ministro es una persona con visión. Creo que es una nueva generación y que entiende que la cultura debe ser más visible.

¿Acá tal vez se necesite un nuevo equipo?

Hay que analizarlo, saber qué se necesita y tener gente ágil y que quiera trabajar en una gestión innovadora. Debes elegir entre ser una dirección que no hace nada o que hace mucho.

Todo va desde comprar un clavo hasta armar una gran exposición y ese es uno de los problemas de los gestores, o de los directores que solo ven el resultado, pero no el proceso.

¿Qué tanto peso cree que tiene el Estado en el desarrollo de esa visibilidad cultural?

Creo que hay que abrir el abanico de propuestas y de ideas, no trabajar solo. Creo que estamos listos para enlazar todo: el trabajo del sector privado y público.

Es uno de los fundamentos básicos de cualquier desarrollo. Una de las cosas que primero haré es reunirme con hoteleros para plantear un programa para turistas que ellos paguen y genere ingresos para otros artistas. (I)

La UArtes podría administrar el cine del MAAC

El rector de la Universidad de las Artes, Ramiro Noriega, anticipó que el Ministerio de Cultura y Patrimonio ha propuesto a la institución el manejo de la sala de cine del MAAC.

“Es importante que la plataforma del MAAC, que es sustancial para la política cultural en Ecuador, y particularmente en Guayaquil, debe estar debidamente relacionada con la universidad. La universidad corresponde a una masa crítica muy potente, por sus proyectos de investigación, por sus capacidades académicas, y estamos convencidos de que una relación fluida entre ambas instituciones va a ser muy provechosa, principalmente en el ámbito audiovisual”.

Agregó que el manejo se realizaría a través de la Escuela de Cine, que actualmente dirige Lisandra Rivera.

El proyecto aún está en proceso de planificación con un plazo hasta octubre. El proyecto implicaría, según Noriega, programación, desarrollo de públicos, tratamiento de lo académico y lo pedagógico.

Por su parte, el Consejo Nacional de Cinematografía (CNCine) realizó a inicios de año una consultoría en la sala.

Según dijo el director ejecutivo del CNCine, Juan Martín Cueva: “La propuesta es facilitar el trabajo de los muy diversos espacios de exhibición a través de una identificación, un mapeo, una relación institucional que permita darles asesoría, seguimiento, apoyo y, sobre todo, la puesta a disposición para esos espacios de un banco de contenidos de cine nacional para que puedan activarse de manera más regular y eficiente. A esto lo llamamos el Sistema Nacional de Difusión Cinematográfica”.

Cueva confirmó que hasta el momento se tienen firmados convenios con GAD y universidades. (I)