El pasado martes en la sala principal del Centro de Arte se dio una gala especial para la Fundación Beatriz Parra, ya que estrenó una nueva pieza de canto lírico, el montaje guayaquileño Katiuska. La opereta en dos actos, cada una de una hora de duración, es la sexta que presenta esta organización encabezada por la soprano Beatriz Parra, que cada año ofrece un montaje bien hecho. En el 2004 fue el primero con la ópera infantil Canción de Navidad, con texto de José Martínez Queirolo; luego, La Serva padrona, Elíxir de amor, La del Soto del Parral, La del manojo de rosas; varias presentadas en ciudades del país en funciones gratuitas o en colegios de Guayaquil para que este tipo de arte resurja en la urbe.

Fueron ochenta artistas los que pusieron en escena la historia de amor ambientada en la época de la revolución rusa. Intervinieron El barítono costarricense Fitzgerald Ramos, recordado por su  protagónico en el musical Sweeney Todd del Teatro Nacional Sucre, la soprano guayaquileña Yasmine Yaselga y el tenor local Jorge Cassis. Los roles secundarios fueron interpretados por jóvenes promesas del canto lírico que se forman en el Conservatorio María Callas, que dirige también Parra.

La música, por tratarse del estreno, estuvo a cargo de la Orquesta Filarmónica Juvenil de Guayaquil, que acompañó a los cantantes siguiendo las partituras del compositor español Pablo Sorozábal (1897-1988). Esta opereta fue su primera zarzuela y su primer gran éxito, además de ser su obra más reconocida. Los textos de esta pieza, estrenada en 1931 en Barcelona, son de Emilio González del Castillo y Manuel Martí Alonso.

En medio del  convulsionado momento de la revolución rusa surge un amor aparentemente imposible entre Pedro Stakoff (Ramos) y la princesa Katiuska (encarnada por la soprano guayaquileña  Yaselga). Es el relato romántico de una chica rusa capaz de renunciar a la vida cómoda, por amor, en medio de lo que se ve como una guerra civil. La fundación puede contactarse al 2387926.