Desde abril, cuando se anunció la realización de la Feria Internacional del Libro de Guayaquil, organizada por el Municipio, bajo la consigna ‘Guayaquil es mi destino para leer y crecer’, se planteaba el evento como un espacio para la aproximación entre los lectores y sus autores.

“Hay que insistir en la proximidad del libro y sus actores, que son escritor, editorial y lector. Estos actores, que andan desperdigados por la sociedad, encuentran en una feria la oportunidad de la proximidad. Todavía el escritor sigue siendo un personaje en las nubes, un personaje distante y el escritor es un ser de carne y hueso que es enormemente elocuente para hablar de su propio libro”, decía Cecilia Ansaldo, presidenta del comité de contenidos de la Feria, en entrevista con EL TELÉGRAFO.

Desde hoy, y por los siguientes tres días, la Feria tiene planteada gran parte de sus más de 150 actividades para la difusión de la lectura entre los más pequeños.

Cada día, desde las 10:00, horario en el que abren las puertas del Centro de Convenciones, hasta las 15:00, las actividades se concentran en la denominada ‘Zona infantil’, de acuerdo al programa presentado por la organización.

El público principal de estas actividades son escuelas y colegios que se han inscrito de forma voluntaria en distintos horarios y actividades. Según Jorge Guevara, uno de los organizadores de Expoplaza, se espera cuatro o cinco colegios con 120 alumnos por institución, con un promedio de 480 niños cada día.

La propuesta para este público se concentra en talleres de entretenimiento, experiencia digital, obras de teatro, presentaciones musicales y cerro de cuentos.

“Creo que si vamos a objetivos de la feria, el prioritario es formar lectores. Ahí debe estar la meta de todos los que estamos cerca de los libros, por eso este llamado lúdico, creativo, entretenido, para que el niño se dé cuenta de que la actitud de jugar tiene esta extraordinaria ampliación dentro de la lectura estética de los primeros años. Jugando nos acercamos a los libros y queremos que se queden mucho tiempo, que se siembren estos lectores noveles”, comentó Ansaldo.

A partir de las 16:00 las actividades de la Feria empezarán a adquirir un nuevo tono. El público que se busca acaparar es más maduro y diverso, aunque hay un intermedio: todos pueden confluir en la lectura religiosa del clásico ‘Don Quijote de la Mancha’, desde las 13:00 a las 19:00 de los cuatro días de programación.

Talleres de micronarrativa como parte de Ciudad Mínima -un Festival que en su tercera edición se integra a la Feria-, producción teatral, cine, literatura latinoamericana actual, literatura ecuatoriana del Siglo XXI y vista desde el exterior son parte de las temáticas que abordarán los distintos conversatorios.

En estos participarán los más de 30 escritores ecuatorianos y los nueve internacionales: Claudia Piñeiro (Argentina), Leila Guerriero (Argentina), Patricia Esteban Erlés (España), Raúl Brasca (Argentina), Piedad Bonnet (Colombia), Jorge Franco (Colombia), Alonso Cueto (Perú), Rodrigo Fresán (Argentina) y María José Navia (Chile).

Cecilia Ansaldo comentó sobre la pertinencia de varias de las mesas de diálogo al proponer temáticas vinculadas con la novela negra.

En estas coincidirán escritoras como Claudia Piñeiro (Argentina), “cuya estructura narrativa incursiona vivamente en la investigación de asesinatos, temas escondidos que convergen en ese punto con otros escritores. Se anexa Patricia Varas, que se especializa en novelas policiacas”, explica Ansaldo.

En cuanto a lo que se refiere a literatura ecuatoriana se desarrollarán diálogos con escritores como Javier Vásconez, María Fernanda Ampuero, Leonardo Valencia, Luis Carlos Mussó y Marcelo Báez.

Ansaldo destacó que Vásconez, quien posee ediciones en México, España, Turquía, “tiene una voz muy testimonial que dar, como un autor que es tomado en cuenta y traducido en el exterior. Por su parte María Fernanda Ampuero y Leonardo Valencia coinciden en ser escritores que viven y publican en España, empapados del fenómeno literario de ambos lados, pues conocen bien lo que les rodea y lo que pasa en Ecuador”.

Para el encuentro, los organizadores esperan un total de 15 mil asistentes. La entrada costará $1. (I)

Se realiza en 6 espacios de la ciudad

La otra orilla, un espacio alternativo

Para el gestor cultural Augusto Rodríguez, quien organiza anualmente -desde hace ocho años- el Festival Internacional de Poesía Ileana Espinel, “los artistas guayaquileños somos muy fragmentados. Se hacen dos ferias del libro, muchos festivales”.

Considera que esto es una moneda de dos caras, pues por un lado podría ser interesante, porque le da varias perspectivas a la actividad cultural pero por otro falta potenciar más las propuestas que se realizan.

Se refiere a la Feria del Libro de Guayaquil que se realiza desde hoy. “Aparentemente tiene mucho apoyo, pero no hay poetas invitados, no hay propuesta poética y en las mesas que proponen no hay nadie que represente a la poesía. Con todo el apoyo que han tenido en cuanto a estructura, me parece que falta creatividad y no hay diversidad”.

Es así que en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guayaquil que se realiza en Expoplaza durante cinco días, también en seis espacios alternativos de la ciudad se desarrollará ‘Otra orilla’, una serie de actividades culturales que según Mario Rodríguez, director de cine que se integra a esta actividad desde su organización, busca ser una alternativa distante a la cultura de élite que, considera, se plantea con la Feria del Libro.

La actividad es autogestionada y participarán poetas, performance, cantes y músicos de la ciudad. Las actividades se realizan desde hoy a las 16:30 en el Cangrejo Cultural, El Coleccionista, Cupidos Bar, Plaza San Francisco, La Bahía, y la Cancha de la Ferroviaria de Durán.

Participarán autores como Juan Carlos Cucalón, Bertha Díaz, Fabián Darío Mosquera, María Paulina Briones, Andrea Crespo y Jorge Velasco Mackenzie. (I)