Publicidad

Ecuador, 29 de Septiembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

El espacio cumple 5 años trabajando por las artes escénicas en guayaquil

La Fábrica, una propuesta artesanal desde el cuerpo

Tani Flor, Omar Aguirre e Isis Granda ponen en escena El síndrome de Ulises. Foto:
Tani Flor, Omar Aguirre e Isis Granda ponen en escena El síndrome de Ulises. Foto:
29 de abril de 2015 - 00:00 - Redacción Cultura

El Ulises de La Odisea transita por mares y obstáculos. En El síndrome de Ulises, escrito y dirigido por la bailarina y coreógrafa Nathalie Elghoul, los cuerpos son parte de la marea y los obstáculos trascienden a la intimidad humana. El conflicto que plantea Elghoul en esta obra está hilvanado por la migración contemporánea, un fenómeno en el que quienes van en busca de mejores días aprenden a mediar con lo poco que tienen de su lugar de origen para representarse o mudar poco a poco hacia una nueva forma de verse.

El síndrome de Ulises es el viaje que espera retorno, como escribía el poeta Kavafis en los versos de Itaca:Ten siempre a Itaca en la memoria. Llegar allí es tu meta. Mas no apresures el viaje. Mejor que se extienda largos años; y en tu vejez arribes a la isla con cuanto hayas ganado en el camino, sin esperar que Itaca te enriquezca. Itaca te regaló un hermoso viaje.

En la obra de Elghoul, Tani Flor, Omar Aguirre e Isis Granda, transitan como viajeros al vacío. Tranzan caminos en los que se revelan su fragilidad y sus fortalezas, lo que quieren y lo que han elegido. La espera se vuelve un elemento común del desarraigo, representada por globos que al caer van vaciando lo que queda. En el escenario se combina danza y multimedia. El cuerpo es siempre el protagonista en medio del conflicto y sobrevive junto al teatro.

El síndrome de Ulises es una de las obras que programa La Fábrica al cumplir también cinco años en la marea. Este espacio inició sus actividades en Guayaquil y poco a poco ha consolidado una propuesta en la ciudad para aquellos que principalmente quieren formarse en danza contemporánea. Hace un año también tienen clases permanentes de teatro.

Para su fundadora, Nathalie Elghoul, La Fábrica es un espacio de circulación de ideas y de encuentros artísticos diversos. “Es un lugar de pasaje, de residencias temporales pero intensas que nos permiten compartir con la ciudad diferentes vertientes de la danza contemporánea. Es una sala de ensayos que cuando requerimos la convertimos en plataforma teatral; es un lugar de desencuentro con las estéticas predominantes  de Guayaquil”, dice Elghoul.   

Piensa su trabajo como en una fábrica artesanal. “No me gusta hablar de una industria para comparar el trabajo que estamos haciendo aquí, prefiero. No nos interesa el producto en serie, sino la singularidad y originalidad de cada trabajo, de cada persona, de cada obra artística”, dice la coreógrafa.

La analogía entre el modo de sobrevivencia de este espacio dedicado a la danza y las políticas públicas para operar ‘entre las mareas’ no es tan distante. Como en la mayoría de los casos en el país, quienes  por convicción abren este tipo de espacios son también gestores culturales. En esa transición La Fábrica ha apostado por otras formas de mediar con el público de la ciudad. El ‘Teatro a la gorra’ fue una de ellas. El año pasado, las propuestas teatrales y coreográficas en este espacio no tenían costo.

En ese momento la idea era proponerle al público una obra que pudiera valorar y darle al espectador la responsabilidad de lo que consume, “Guayaquil adolece de espacios en donde se pueda no solo ver una obra, sino también discutirla después, creo que es básico en la construcción de un público”, decía Elghoul cuando la propuesta estaba vigente. Pero no funcionó “por lo menos no en el corto plazo, no mejoró la convocatoria, ni incrementó la recaudación. Ahora hemos cambiado nuevamente el sistema, ya que todo 2014 salimos a pérdida”, dice Elghoul.

Sin embargo, uno de los planteamientos con ‘teatro a la gorra’ estaba ligado con la inexistencia de “una simplificación y coherencia en los trámites municipales”. ¿Qué han planteado?La Fábrica ha tenido reuniones permanentes con el Municipio de Guayaquil, “reuniones por decenas, pero totalmente improductivas. Es desalentador por lo menos cada vez que se convocan reuniones desde las direcciones de cultura, etc. Es evidente la necesidad de agruparse para proponer cambios a las ordenanzas municipales sobre cultura, por ejemplo, pero no hemos podido ser espacio aglutinador.  Es un camino un poco escabroso y definitivamente uno pierde el hilo conductor del trabajo creativo cada vez que intenta reunirse”, reafirma Elghoul. 

Dato

El Día Internacional de la Danza fue establecido por la Unesco en 1982. Se atendió una iniciativa del Comité Internacional de Danza.

El comité hizo la solicitud para la celebración. Se eligió como fecha de conmemoración el 29 de abril por tratarse del natalicio de Jean-Georges Noverre, maestro y creador del ballet moderno.

Segunda edición del Festival Dancemos se realizará en el Museo Nahim Isaías, en Guayaquil, por el Día de la Danza, a partir de las 19:30. ‘Tierra, el sentido de crear’, en el Museo Presley Norton, a las 19:00.

En Quito, la Casa de la Cultura realiza el festival ‘Jornadas Viva la Danza’.Esta propuesta reúne en varios puntos de la capital diversas manifestaciones artísticas en torno a este arte.

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media