Uno de los grandes mitos que se pusieron en tela de juicio durante el evento académico de la Feria del Libro Infantil y Juvenil fue aquel que afirma que cada vez hay menos lectura de libros en este grupo etario.

Por tanto -aseguró Bernardo Jaramillo, subdirector de Producción y Circulación del libro de la Cerlalc-, los índices de cuántos libros leen los ciudadanos de cualquier país al año pierden relevancia. Los soportes digitales han hecho, según este economista de la educación, que ahora se lea más que en épocas pasadas, aunque de manera distinta.

La portabilidad y acceso a la información que permiten, por ejemplo, las tablets y teléfonos celulares tendrían que estar incluidos en la política pública de fomento a la lectura. Mientras que la escritura como complemento de este tipo particular de aprendizaje tampoco debe descuidarse. Para Jaramillo, los derechos de autor constituyen otros de los campos que no deben perderse de vista ya que “el gran activo en América Latina hoy son los bienes y servicios culturales”.

En ese sentido, el potencial de las producciones simbólicas, más allá del libro y la lectura, vendría a ser el posible puntal del desarrollo en la región. Hacia ese objetivo van dirigidos los esfuerzos que se sintetizan en la nueva agenda por el libro y la lectura del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (Cerlalc).

En esa agenda el periodista colombiano Felipe Castro Cervantes sostiene, contrario a quienes creen que el libro tiene los días contados: “El libro electrónico llega a los sitios más apartados con versiones actualizadas de textos académicos y a menor costo. El beneficio de la tecnología puede ser enorme en la educación”.

Con estas premisas concluyó ayer la plenaria para exposición de mesas de trabajo, las cuales se llevaron a cabo en el hemiciclo de la Facultad  Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) con miras a elaborar proyectos sectoriales de lectura. Anoche se inauguró la X Maratón del Cuento, en el Centro Cultural Itchimbía. Actividades incluyen lecturas en voz alta además de la feria que termina el domingo. (I)