Los astilleros, las curtiembres del sur, los ingenios y otras  industrias y negocios que se desarrollaron en el Guayaquil de finales  del siglo XIX, y buena parte del siglo XX, resultan de la migración de catalanes a la capital guayasense. Según Nieve Tusets de Barreiro, actual vicepresidenta del Casal Català -entidad formada hace 29 años-, “la relación entre Guayaquil y Cataluña es larga y más arraigada de lo  que nosotros mismos identificamos”. Además la urbe tiene una gran cantidad  de elementos de su cultura y tradición que son heredados de este vínculo, ahora ratificado por un convenio de hermandad Barcelona-Guayaquil.

Desde que el Casal se estableció en la ciudadela Urdesa Central, en Mirtos 708 y Ficus, hace un año aproximadamente, se desarrollan los espacios Parla Català -programa de educación en la lengua catalana,  de tres  niveles, subdivididos en tres módulos cada uno-, PlaçaCAT -hijos y nietos de  catalanes, y migrantes que   han regresado, revisan con trabajos manuales, cuentos y títeres,  historias tradicionales-, Veus del Cor -banda de jóvenes ecuatorianos dedicados a cantar en catalán la  música contemporánea-, Cuina i Xat -talleres de cocina catalana en los que los asistentes conversan de forma coloquial con el chef-, y el Cine Fórum del Casal Català -próximamente cine club-.

Actividades de música se dan el segundo jueves de cada mes; de cocina, el cuarto jueves; y de cine, el tercero.
El actual presidente del Casal es Jaime Roura Dávila y el directorio por primera vez está integrado mayoritariamente por el Grup Jovè (Grupo de  Jóvenes). Tusets de Barreiro recalca que desde  años recientes, los casales (casas) en el mundo buscan fortalecer la difusión de la identidad y  nacionalidad catalana. En Guayaquil lo logran especialmente a través del cine.

El director del Cine Fórum del Casal Català, Jorge Albuja, resalta que aunque es un cine casero en realidad, desde hace tres años mensualmente presentan, tanto en   su casa como en otras salas de la urbe, el cine catalán, en su idioma o en castellano.

Albuja destaca que el ahora cine barrial tiene convenios con entidades catalanas -la Corporación Catalanfilms y TV y cineastas catalanes independientes- además de con  la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo a través de la Embajada de España y la Cinemateca Nacional, para tener acceso al material que exhiben.

Dos puntos clave de apoyo han sido la colaboración del sociólogo Javier Mazeres y de Julio Lamaña, coordinador de la Federación Catalana de Cineclubes, para construir un espacio de debate antropológico que el 21 de mayo auspiciará una conferencia sobre la diversidad cultural y la exhibición de cortos de Nitsy Grau Albuja, joven directivo del Casal, añade que el Cine Fórum tiene como programaciones especiales el ciclo Corto Catalán en septiembre, mes de la reivindicación cultural catalana; y en noviembre, con la Cinemateca Nacional y OchoyMedio, la Maratón de Cine Catalán, que se da solo un domingo.

La máxima convocatoria de los eventos del Casal en su sede es de 200 ó 150 personas, pero sus directivos reconocen que falta gestión de públicos y difusión.