La Compañía de Danza presenta 3 microensayos
Las últimas tres propuestas coreográficas de la Compañía Nacional de Danza (CND) ponen a dialogar al cuerpo sobre el escenario con distintas disciplinas, como la música o el videoarte. Desde hoy y hasta el 5 de agosto, en el teatro de la CND (ubicado en la Río Coca E-1059 y París), se presentarán tres trabajos de corta duración que abordan temas relacionados con los tejidos humanos, la alteración de los espacios y la relación con el otro. También habrá presentaciones el 9 y 10 de agosto, por el Día de la Cultura.
Cristina Baquerizo propone la obra Descoser la máquina, en la cual mezcla la danza con la música (compuesta por Andrés Correa y Marcelo Guaigua) y plantea una muestra audiovisual de Vera León. Baquerizo aprovecha la capacidad sonora de la máquina de coser y la amplifica para que los bailarines la interpreten con sus cuerpos. En esta puesta en escena participan: Darwin Alarcón, Fernando Cruz, Camila Enríquez, Zully Guamán, Sisa Madrid, María José Núñez.
“La pieza habla de cómo la máquina de coser sirve para hilar, unir, generar costuras y enlaces. Aborda la construcción psicológica de un ser humano. El cuerpo no es solo órganos, materia, sino un cruce de información que está en el cerebro”, comenta Christian Masabanda, director de la segunda pieza que se estrena hoy, No hay sistema.
La propuesta de Masabanda parte de una composición colectiva: el coreógrafo les dio a sus bailarines una idea general y ellos lo retroalimentaron con más planteamientos. “Estamos en constante relación con otros cuerpos, elementos, pero entre el uno y el otro queda un espacio aparentemente vacío. Entonces nos preguntamos ¿cómo habitar ese espacio?, ¿qué pasa entre la relación cuerpo-objeto, cuerpo-tecnología?”, dice Masabanda, quien reconoce que desde la existencia del ser humano, este no ha estado aislado en una burbuja, sino que siempre “ha dialogado con diversas posibilidades de estar en el mundo. Por ello la danza ahora dialoga más con otros campos del arte”.
Los bailarines intérpretes de No hay sistema son: Cristian Albuja, Luis Cifuentes, Vilmedis Cobas, Franklin Mena, Yulia Vidal, y como bailarina invitada, Lèmia Boudhiaf, mientras que Christian Proaño es el artista sonoro de la propuesta.
Óscar Santana es el director de la tercera obra denominada Máxima, la cual se basa en la improvisación y la forma en cómo uno se relaciona con los espacios. El coreógrafo rompe con la cuarta pared del escenario y hace que sus bailarines se desplieguen por distintos lugares del teatro de la CND. Además, Santana juega con la simpleza de los elementos en escena y usa la arena como metáfora de la construcción de camino. El músico Rodrigo Becerra, quien integra el grupo Inconcerto, participa en este trabajo.
El proceso de creación de Máxima ha girado alrededor de la investigación del movimiento, su transformación y cómo se lo puede agotar. Participan las bailarinas Andrea Jaramillo, Catalina Villagómez y Eliana Zambrano.
Andrés Correa, quien hace la intervención sonora de Descoser la máquina y es productor de la CCD, señala que “como músico uno tiene dentro de la cabeza una estructura bien definida, en este caso, al mezclar ramas del arte, se rompe esta limitación y se expanden las posibilidades de creación”.
Estas tres obras de formato corto duran en promedio entre 15 y 20 minutos, cada una. La música es de autoría de los músicos invitados que tocarán en vivo. La entrada será gratuita. (I)
