La cinemateca vuelve a honrar a Liz Taylor
El 4, 5 y 6 de abril en el Auditorio Enrique Gil Calderón, la cinemateca de la Casa de la Cultura, Núcleo del Guayas, dirigida por Jorge Suárez, ofreció un ciclo de cine en homenaje a la recién fallecida actriz del Hollywood clásico, Elizabeth “Liz” Taylor, que debido a su multitudinaria acogida obligó a efectuar una segunda presentación de películas.
Esta vez se pondría sobre la gran pantalla su evolución actoral, pero en 4 filmes, uno de ellos Cleopatra, que ya integró el primer ciclo homenaje y se repetirá hoy, a las 18:30.
Normalmente, la cinemateca realiza sus funciones los lunes, martes y miércoles, a las 18:30, haciendo una cronología del desarrollo del cine y los clásicos de Hollywood y Europa, pero el deceso de la diva del celuloide obligó a hacer el primer homenaje y su buena recepción a emprender esta segunda celebración, el pasado lunes 25 de abril. Desde entonces se han proyectado los filmes La gata sobre el tejado de zinc caliente (1958), de Richard Brooks; Una Venus en visón (1960), de Daniel Mann; y Gigante (1956), de George Stevens, para concluir hoy con la repetición de Cleopatra.
La retransmisión de una película, también inusual para las operaciones de la cinemateca, se debe a que más de cien personas, de acuerdo con el crítico de cine Suárez, se quedaron fuera de la sala el miércoles 6 de abril y el público le solicitó que volviera a programar, lo que se ha hecho en un día en que la sala de cine no suele funcionar: los jueves. En la función del lunes, aunque no hubo sala llena, los presentes llegaron con al menos 15 minutos de anticipación temiendo que no encontrarían un espacio para sentarse, ya que como dijo una señora al boletero, siempre que exhiben filmes de Elizabeth Taylor no queda un asiento libre. El director de la cinemateca inició la sesión puntual con una exposición que le permitió obviar el cine foro al final de la presentación de La gata sobre el tejado de zinc caliente.
Destacó cómo Taylor a sus 26 años, luego de una etapa con altos y bajos actorales, logra resaltar sus capacidades histriónicas en la adaptación fílmica de la obra teatral de Thomas Lanier "Tennessee" Williams, quien solo esconde temáticas homosexuales en todas sus piezas dramatúrgicas. A la vez, Suárez indicó que el año del estreno de la película, por su presencia en pantalla, Taylor alcanzó la denominación de símbolo erótico, a pesar de la fuerte competencia con actrices como Marilyn Monroe y Grace Kelly. Además narró parte de la trama resaltando el rol protagónico de Paul Newman, un alcohólico que no revela su razón para beber, pero el único que no anda detrás de la fortuna de su padre, un rico algodonero que pronto morirá a causa de un tumor terminal. Esta historia se vio recientemente en las tablas de Guayaquil y Quito de la mano de Roberto Manrique, en un montaje de la obra teatral de Williams, dirigida por Jaime Tamariz.
Durante la proyección más de un espectador silenció los cuchicheos y secreteos, incluso comentarios elogiosos al filme, que se colaban entre el audio de los diálogos de Taylor y Newman, tal vez el 90% de la carga dramática de la película exhibida. La presencia de Taylor en cada escena era recibida con un silencio aprobatorio, quizá de admiración, que resultó en que al final de la presentación más de uno de los presentes reconociera que era un buen filme, pero de una temática fuerte. La ambición de un hijo mayor, el desamor del millonario algodonero hacia toda su familia, la crisis existencial del personaje de Maggie, la gata, interpretado por Taylor y el alcoholismo del personaje de Newman por un amigo fallecido y por el que al parecer sintió mucho más de lo que comparte con su esposa Maggie dejaron a la audiencia reflexionando en voz alta.
La gata sobre el tejado de zinc caliente resultó una película agridulce, de aquellas que llenan por su historia y argumento, con sólidas caracterizaciones e interpretaciones de su elenco protagónico, pero algo plana en cuanto a lenguaje audiovisual. Aún así muy laureada.