La Casa Fantoche abre sus puertas al “nuevo teatro argentino” hoy
El elenco guayaquileño Fantoche Teatro de Grupo, liderado por Hugo Avilés y Ruth Coello, retoma el drama con Fabricio Mantilla, Alexandra Ramírez, Michy Zelaya y Jéssica Páez. La función de “Mujeres soñaron caballos” de Daniel Veronesse, hoy, a las 21:00, es especial porque reinaugura la temporada 2012 en su Casa Teatro.
La última pieza dramática que estrenaron fue “Los pintores no tienen recuerdos”, de Darío Fo, dirigida por Ruth Coello. Su personaje es Bettina, de 45 años, quien convive con Roger (Zelaya), de 25, en un pequeño departamento que compartirá con dos parejas altamente disfuncionales, integradas por los hermanos de Roger, Iván (Avilés) de 55 y Rainer (Mantilla) de 30.
Para Coello, quien ahora pasa de 8 a 10 horas grabando un proyecto televisivo que protagoniza, Bettina tiene una baja autoestima y solo en algún momento de la historia se rebela como su último acto de desesperación, un instante para gritar “porque no tiene lo que quiere”.
Páez, quien interpreta a Ulrika, de 30 años, cónyuge de Rainer, comenta que las esposas de los hermanos tienen personalidades distintas y situaciones que las llevan a rivalizar. Mientras que Ramírez -Lucera, de 20 años, esposa de Iván- expresa que actuar en Fantoche Casa Teatro aumentará la presión, el encierro y la incomodidad que provoca la obra.
Michy Zelaya dice que su personaje Roger no tiene buena relación con Bettina, aunque ellos no quieren darlo a notar y deben sobrevivir a una cena impuesta, sobre todo, por Rainer, el caradura que siempre trata de darles hincones a todos para que saquen esa parte que los incomoda, y tratan de aplacarla con la presencia de Iván, el hermano con el que se llevan bien.
Mantilla, conocido por su trabajo de impro y títeres, revela que precisamente su carácter de titiritero se fue dando en relación a Ulrika y que “fue espectacular descubrir la genialidad de Veronesse al develar personajes con improntas indelebles en el papel, condicionamientos puros desde su textualidad, intertextualidad y accionar; descubrirme siendo y no interpretando lo que el personaje dice o grita que quiere ser”.
Avilés afirma que fue fascinante construir el montaje alrededor de la mayor aproximación al hiperrealismo actoral, una estructura narrativa dramatúrgica fractálica y la medición gráfica de los ritmos de cada personaje. La entrada cuesta $ 10.