Un total de 257 libros y manuscritos fueron sustraídos de la biblioteca más antigua de Girolamini en Nápoles, una institución cultural pública construida en el siglo XVI y que alberga obras de la música y ejemplares que abarcan desde el siglo XVI al siglo XIX.    

El robo tuvo como responsables al director de la biblioteca Massimo Marino De Caro, y el comisario, Sandro Marsano, quienes según el fiscal, Giovanni Mellilo, a cargo de la investigación “llevan robando libros desde hace mucho tiempo, en varias acciones consecutivas que han realizado. La biblioteca de Girolamini fue víctima de un plan criminal”.

La investigación se inició gracias a algunos empleados de la biblioteca, que entregaron un vídeo de las cámaras de seguridad donde se ve al director sacando libros. Junto con él, cuatro empleados que colaboraron en el robo también fueron arrestados.

“Ahora, tenemos que vigilar lo que está sucediendo en otros puntos de interés cultural como Pompeya y Ercolano y otras gemas de la cultura de Nápoles, que también se encuentran a la deriva”, aseguró Luisa Bossa, integrante del Partido Democrático.