Juliet vive el metal core
El rock para Héctor Encalada, líder fundador de Juliet, es una forma de vida que engloba muchas cuestiones y siempre vale la pena luchar por ella. Para él no se trata de un suspiro ni una moda pasajera, es un asunto que trasciende más allá de los gustos particulares de la gente que se mueve en esta música.
Juliet es el resultado de su amor en esta creencia; también es una banda que hace un rock poderoso arropado por el nivel profesional de cada integrante. El grupo surgió en Machala, en 2007, y desde ahí se concentró en conseguir un estilo que lo distinga y lo aleje del dato común y de la gran masa en donde navegan muchas bandas que no encuentran su propia personalidad.
La historia dice que el comienzo no fue tan auspicioso. El recorrido empezó con el nombre Warden. Los integrantes iniciales fueron Héctor Encalada en la guitarra prima, Oswaldo Pizarro en la segunda guitarra y Wacho Rodríguez en la batería. Con esta alineación caminó metiendo presencia y haciendo lo que muchas agrupaciones hacen como casi una obligación: versiones o covers de bandas de proyección y fama mundial; en ese tiempo se la jugaban tocando temas de Megadeth, Helloween, Iron Maiden, D.R.I. y Testament. Aquello duró hasta que Pizarro y Rodríguez dejaron el grupo debido a obligaciones con sus trabajos.
Entonces llegaron Roney Minuche y Éder Cedillo. Con esta formación deciden cambiar el nombre de la banda a Juliet y, además, poner énfasis en un ritmo fuerte y completo, con alto grado de dificultad en la ejecución de las guitarras y voz melodiosa en los coros.
Lo que siguió es la segunda parte de una historia donde Chris Encalada, hija de Héctor, pasa a jugar con el protagonismo en la voz y de paso redondear su performance con el bajo, instrumento que en sus manos funciona en la misma medida y calidad que sus dotes como vocalista. Chris ahora tiene 18 años de edad, pero cuando empezó era una adolescente que aceptó el encargo de ir al frente sin demostrar miedo ante el público, que de a poco fue conociendo de qué estaba hecho Juliet.
A Guayaquil llegó con un tributo a Megadeth en 2008. Por entonces aquellos que tuvieron la suerte de pasar por el desaparecido Soho Pub se enteraron de que en machala había una banda que no le pedía favores a nadie en la gran ciudad. El crecimiento quedó demostrado en la Semana del Rock Guayaquil y en el Guayaquil Rock Fest 2009. En esos festivales Juliet exhibió sus credenciales y Chris se quedó con los favores de los asistentes, no solo por sus atributos físicos, sino por la manera en que se manejó sobre la tarima. La batalla estaba ganada, pero faltaba quedarse con los laureles.
El reconocimiento final para Juliet llegó con el disco All that we need, que apareció en 2010 y que Chris grabó con apenas 17 años. Ahí ella canta en inglés como los grandes, y pone las cosas en su sitio con su estilo metal core. El disco, que trae advertencia de letras explícitas, acierta con los arreglos y deja en evidencia la calidad de toda la banda con temas como Romeo & Juliet, Shadows, Dead inside, Such a shame y Hopeless dreams; también trae una versión de Beat it, la emblemática canción de Michael Jackson.
Juliet cultiva el metal core, un estilo predominante en los países anglosajones que incorpora elementos del hardcore punk con otros del heavy metal. Esta manera de hacer música funciona muy bien para su cantante Chris; lo suyo es el metal core, ahí se manifiesta con una personalidad que sorprende y cautiva por el caracter distintivo que ella le imprime. Sus presentaciones suelen tener una fuerza hipnótica donde resaltan sus cualidades y recursos expresivos. El concierto está organizado por el Movimiento Rock Guayaco. La cita para disfrutar de todo esto es hoy, a las 20:00. La entrada general es $ 6 (con el disco $ 10).