Juan Castro y Velásquez, el visionario historiador que juntó a La Artefactoría
Este jueves 15 de febrero falleció en Guayaquil el historiador de arte Juan Castro y Velásquez, luego de varias recaídas por el cáncer en los huesos que lo obligó al uso continuo de una silla de ruedas y reposos absolutos.
En su último año de vida estuvo rodeado de ceremoniosos homenajes por su actividad en favor de la cultura local. Aún en reposo presidió una muestra retrospectiva inédita del naturista Pedro Franco Dávila, fundador del Real Gabinete de Historia Natural de Madrid y tenía entre sus planes colaborar con un programa de ópera para la Orquesta Sinfónica de Guayaquil (OSG).
Castro volvió a Guayaquil en los ochenta, después de estudiar historia del arte en una Alemania convulsionada por la política. A su llegada trajo una mirada del futuro, una visión sobre el arte y los modos de establecer diálogos con nuevos lenguajes que se ejercían en el mundo, como una reacción a la época.
Con ese propósito dirigió el Salón de artistas jóvenes Vicente Rocafuerte, un concurso de incentivos para pintores emergentes, en el que de manera inédita para la época se premiaron instalaciones.
En este encuentro participaron y se afianzaron los nexos entre Castro y quienes posteriormente serían los integrantes de la agrupación La Artefactoría, a la cual el historiador aportó desde su conformación inicial.
El primer acercamiento del historiador de arte con los integrantes del colectivo La Artefactoría ocurrió durante una muestra organizada en la galería de Madeleine Hollaender. Al taller que habían conformado Xavier Patiño, Marcos Restrepo y Jorge Velarde luego de su experiencia en el Colegio de Bellas Artes, Juan Castro llevó a Marco Alvarado y Paco Cuesta.
El historiador y los artistas pensaron en producir una revista objeto, a la que posteriormente llamaron la Revista Objeto-menú. Esta, de acuerdo a Patiño, cohesionó al grupo con una estética clara y diferente de lo que se hacía en el arte plástico en la época. Entonces, según Patiño, “comenzaron a aflorar ciertos ramalazos políticos en algunos de nosotros. En todo este escenario las élites guayaquileñas no tenían idea sobre lo que era el arte en ese momento, ni lo que nosotros hacíamos. Para suerte nuestra tuvimos un rechazo de los diarios”.
Desde entonces, Castro estuvo interesado en fortalecer sectores de artistas jóvenes. En 2006 fue uno de los fundadores de la Sociedad Fondo de Jóvenes Talentos que se planteó como objetivo apoyar a varios jóvenes músicos para que continúen sus estudios con cursos maestros dentro y fuera del país.
Castro también es considerado uno de los mayores conocedores de la historia de arte moderno del país. Contribuyó a la formación de la colección de arte que actualmente conserva el Ministerio de Cultura y Patrimonio en el Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo y una buena parte de su vida, la dedicó a seguir los pasos de Manuel Rendón Seminario. (I)