Jenny Ocampo protesta por el agua con su cuerpo
Jenny Ocampo–caleña, residente en Alemania hace 18 años– ha convertido a su cuerpo en un ente político y activista. Hace tres semanas volvió a Guayaquil para dar una residencia, como lo hizo hace dos años en La Fábrica y quiso activar un discurso en defensa del agua.
Cuando llegó se volcó a revisar el río y el estero, esos brazos de mar que rodean la ciudad. Se dio cuenta de que la preocupación que se riega en el mundo sobre los mares no es en vano. Hay que activar a la gente y ella se ha propuesto hacerlo con su cuerpo.
Hoy presentará la muestra de la residencia en tres bloques, en el marco del festival “Guayaquil baila coreografías”, organizado por Yelena Marich.
La primera parte es una serie de improvisaciones de dúos, tríos y cuartetos, en la que participarán los residentes de los dos espacios en los que ella ha desarrollado la residencia.
Varios de los intérpretes se encontrarán por primera vez en escena con la idea de componer en el momento, a partir de la escucha del cuerpo del otro y con atención en la espacialidad.
“El arte de componer en el momento requiere apertura, pues venimos de una tradición de danza en la que todo está estructurado, esquematizado, aprendemos técnicas que no nos pertenecen. En este trabajo cada quien crea su propio movimiento a partir de impulsos, estados, temas u objetivos. Cada quien crea su propio lenguaje de movimiento a partir de la relación que tienen con su cuerpo. Esto hace que esta relación se profundice”, dijo Ocampo.
El segundo acto es el esquema de una futura obra a la que ha llamado Yaku, que es la forma como se nombra el agua en quichua.
En escena están Patricio Albarracín, Omar Aguirre, Jenny Carvajal y Carolina Pepper. Ellos deben responder a los impulsos de su cuerpo a partir de pequeñas instrucciones que les ha dado Ocampo y los sonidos que grabó Mesías Maiguashca para una muestra en el Museo del Agua, en Quito.
Esta vez la sonoridad de Maiguashca está en un solo track, a diferencia de los 18 con los que se presentó en la capital, y sirve de guía para los intérpretes y los espacios que necesitan para que sus cuerpos reaccionen.
Ocampo hace su indagación sobre el agua con lecturas cotidianas sobre lo que ocurre en Colombia y cómo los ríos están contaminados por actividades comerciales de gran escala, como la minería y la extracción de petróleo; además de la guerra.
En medio del conflicto los ríos, las lagunas, los páramos, han sido los más afectados, “los ríos se volvieron contenedores de muertos, en bolsas, por la extracción”, reflexionó Ocampo.
Para cerrar la muestra de residencia presentará un trabajo que vincula la naturaleza con la política.
“Illusion of memory” es una propuesta en la que aparece en escena con su cuerpo delgado cubriendo su cabeza con una bolsa negra que mueve con la tensión viscosa con la que se traslada el petróleo en el agua.
“El cuerpo está confrontado con ese material. Ya lo hice en Berlín y el efecto en el público fue muy gracioso. La gente lo tomó como si las bolsas representaran al petróleo, lo sintieron como cuando el petróleo llega al agua y ya no hay salvación”, dijo Ocampo.
La muestra será hoy a partir de las 16:00, en el Edificio Las Cámaras. (I)