Publicidad

Ecuador, 22 de Septiembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

La charla se dio el martes 20, en el auditorio de la universidad católica

Jara, Adoum y Preciado, sin tiempo para el olvido

Jara, Adoum y Preciado, sin tiempo para el olvido
23 de julio de 2016 - 00:00 - Redacción Cultura

Invitado por la Sociedad de Ecuatorianistas para ser parte de una cita literaria que se repite luego de 10 años en Guayaquil, en la Universidad Católica, Michael Handelsman centró su exposición sobre Antonio Preciado —Poética de ida y vuelta— en su relación con la negritud.

Handelsman explicó que la poesía de Preciado (Esmeraldas, 1941) es como un viaje a través de la palabra, que regresa a sus orígenes de Barrio Caliente, en Esmeraldas, luego de mostrarse por más de 50 años. Tanto es así que una de las constantes de su creación es la necesidad de recuperar la memoria de la negritud, “no como una simple referencia genética o de pigmentación, sino como una categoría política, cultural e histórica”.

Para ilustrar su análisis sobre lo que considera una “propuesta de rehumanización”, el expositor leyó versos de Engoré Senegal, poema en el que se advierte cierta frustración del poeta en torno al trato violento sufrido por su raza y en el que deja entrever que la memoria es un arma contra el olvido, pues si bien la historia es colectiva, esta es individual y le permite recrearse y reexistir en la plenitud de la palabra.

Luego recurrió a otro poema en el que destaca la presencia de Alonso de Illescas, de quien Preciado no solo resalta su buen obrar en favor de los esclavos y su liderazgo frente a una mayoría expoliada y sufrida, sino su proceso de liberación espiritual, en consonancia con un hombre que es él y muchos al mismo tiempo. “En el caso de Preciado él asume como suyo el yo de Illescas. Los dos se complementan y se pertenecen”, comentó Handelsman, catedrático de la Universidad de Tennessee.

Un “animal poético”

La ponencia de Ángel Martínez de Lara se basó en la lectura de un análisis que devino luego de que el poeta cuencano Efraín Jara Idrovo (Cuenca, 1926) le obsequiara el libro el Mundo de las Evidencias. A partir de ese momento, el catedrático español llegó a la conclusión de que el vate es “un animal poético”.

Desde multiplicidad de conceptos vertidos en torno al autor de Sollozo por Pedro Jara, Martínez de Lara destacó que su poesía es una especie de “conciencia que surge de un fondo plagado de misterios” y es también un pertinaz intento por recuperar la unidad de todo cuanto le atañe como ser creador.

Para Jara Idrovo, a pesar de ese desarraigo que supuso su exilio a las islas Galápagos y su experiencia entre la “roca y el mar”, entre la soledad y la interiorización, el hacer poético es un ejercicio válido para la esperanza, para redescubrir los significados de la vida. Martínez de Lara se desempeña como profesor de la Universidad Técnica de Loja.

Adoum desde el exilio

José Guzmán, profesor de la Universidad Complutense de Madrid, abordó, a su vez, la transformación poética de Jorge Enrique Adoum (Ambato, 1928) a partir de su experiencia en las protestas populares de mayo de 1968 en París, Francia; transformación que, según él, fue de lo histórico a lo coloquial.

Hay —en la poesía del ambateño— la finalidad explícita de ponerle fin al uso y abuso de las metáforas y plantear un diálogo más directo con el lector, quizás uno que le permita asimilar mejor la realidad socioeconómica de un mundo en ebullición que no necesitaba de formas románticas para explicarse.

El evento, que duró 3 días —del 20 al 22 de julio—, tuvo el auspicio de la Universidad de Louisville (Kentucky, EE.UU.) y de la Universidad Católica de Guayaquil. Constó de 17 de debates, centrados en analizar la producción cultural ecuatoriana desde 1980. (I)

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media