‘La verdad no contamina’ se presentó en el CIESPAL
Investigación sobre Chevron salda una deuda periodística (Enlace)
En 1973, la prensa mostró imágenes de un hecho sin precedentes: la dictadura de Guillermo Rodríguez Lara le rendía honores marciales al primer barril de petróleo que exportaría el país. El barril fue paseado en un tanque militar mientras decenas de ciudadanos embarraban sus pañuelos con el recurso que apenas imaginaban existía bajo tierra.
El boom petrolero fue retratado como un milagro natural que explotaría la más grande transnacional del mundo con consecuencias que aún son visibles en la Amazonía pese a la influencia mediática de los extractores foráneos del oro negro, quienes, hasta la década del 90, sacaron $ 90.000 millones, casi sin rendirle cuentas al Estado. (IR AL ESPECIAL CASO CHEVRON: LA VERDAD NO CONTAMINA)
El miércoles pasado, en el Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina (Ciespal), se presentó el libro ‘Caso Chevron, La Verdad no contamina’ (EL TELÉGRAFO, 2014), una recopilación de testimonios e investigaciones en torno al daño ambiental provocado por Chevron-Texaco durante casi 3 décadas, en 5 millones de hectáreas ubicadas al norte de la Amazonía ecuatoriana.
El texto, de Orlando Pérez y Nelson Silva, incluye revelaciones publicadas en este diario y es el resultado de la labor de un equipo conformado por las periodistas Saskia Chacón, Geovanna Melendres y Verónica Endara, a 21 años del juicio que el Estado sostiene contra la multinacional a través del cual exige una indemnización de $ 9.500 millones.