El reconocimiento se dio ayer, junto con la presentación oficial de la triple antología discográfica Leyendas de nuestra música
Intérpretes del pasillo son homenajeados
La primera vez que Guillermo Rodríguez (‘El Requinto de oro de América’) entró a grabar un pasillo en un estudio de grabación, lo hizo junto con la célebre cantante Carlota Jaramillo. En aquella ocasión, los arreglos que hizo el guitarrista —nacido en el tradicional barrio quiteño de San Roque— inmortalizaron en un disco de vinilo la canción Sendas distintas —compuesta por Jorge Araujo— y a eso le sobrevino una carrera insoslayable que ya sobrepasa los 65 años.
Esa melodía fue interpretada la mañana de ayer por el requintista debido a una nueva publicación discográfica: la antología Leyendas de nuestra música, que el cantante Juan Fernando Velasco coprodujo para el Ministerio de Cultura y patrimonio. La colección fue presentada de manera oficial en el auditorio de medios públicos y es resultado de la participación de varios músicos en el fondo fonográfico que busca impulsar la radiodifusión de la música de factura nacional.
El volumen titulado Lo mejor del requinto ecuatoriano tiene como protagonistas a las cuerdas de Guillermo Rodríguez, Eduardo ‘Chocolate’ Morales, Navijio Cevallos (quienes interpretaron Sendas distintas), Naldo Campos, Víctor Galarza y Sófocles Coello.
El segundo álbum, Lo Mejor de Fresia Saavedra y Consuelo Vargas, contiene temas como Añorando mi tierra (de Carlos Rubira) y Quito novia del cielo (Homero Hidrobo), interpretados por las cantantes que le dan nombre al disco y quienes, al igual que Morales y Rodríguez, subieron ayer al escenario luego de recibir una medalla de reconocimiento a su trayectoria artística de manos del Ministro de Cultura y patrimonio, Guillaume Long.
La voz inconfundible de los hermanos Luis Eduardo y Héctor Danilo Miño Naranjo también fue galardonada y el dueto cantó el pasillo Tú y yo, recibiendo los aplausos de los asistentes. Esta canción está incluida en el CD que reúne lo mejor de sus interpretaciones, y que cierra la colección, además de Así se goza (de Ricardo Mendoza Medina) o Van cantando por la Sierra (Emilio Murillo Chapul).
Los albazos, sanjuanitos y pasillos que conforman la edición de Leyendas serán distribuidos por este diario, a un precio de $ 3,50. El total de la producción es de 45 mil copias que llegarán a todos los rincones del país, luego de un proceso en que Velasco recorrió la vasta trayectoria de los músicos citados para recoger sus mejores cosechas.
De la cantante Fresia Saavedra, Guillaume Long recordó que, en 1945, el propietario de Radio Cóndor la contrató para que cantara a cambio de 110 sucres mensuales, ‘que era un platal’. La primera incursión en un estudio de Saavedra, La Señora del pasillo, la hizo junto con Blanca Palomeque y uno de sus frutos más memorables fue el registro de la canción Destino cruel.
La colección, según Long, es una forma de impulsar el cumplimiento del reglamento del 1x1, establecido en la Ley Orgánica de Comunicación, y que consiste en que el 50% de las canciones que reproducen las radios nacionales sea de factura ecuatoriana. Sobre el tema, Eduardo Miño Naranjo afirmó, medio en broma medio en serio, que la música ecuatoriana no debe ser difundida a horas de la madrugada, sino en una franja en que todos puedan disfrutar de ella.
Long concluyó que “el capitalismo ha hecho muy poco por la interculturalidad, por la música ecuatoriana en general, por eso no debemos pensar algo tan sencillo como que el consumir es escoger”. La voz de la guayaquileña Hilda Murillo cerró el evento. (I)