Inconforme con su presupuesto, la CCE teme futuro incierto
El pasado 29 de agosto el presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Raúl Pérez Torres, presentó el informe de su primer año administrativo (iniciado en septiembre de 2012), en el que destacó los logros obtenidos a pesar de las carencias presupuestarias y algunas controversias.
Entre los aciertos anunció que está listo el nuevo modelo de gestión que será entregado al presidente de la República, Rafael Correa, donde se evidencia el papel de la CCE como referente público de la cultura, e indicó que en su afán por eliminar la burocracia, se diseñó un plan de capacitación en el que destacan un nuevo código de ética y el proyecto de Escuela de Formación de Gestores Culturales. “Desde el primer día quisimos que desde el portero hasta el director de relaciones internacionales sean gestores”, destacó.
Período 2012-2013
“Enfrentamos las carencias financieras con creatividad y autogestión. Pero no es suficiente”En artes plásticas se abrieron 34 exposiciones. En cine se proyectaron 367 películas con un total de 46.000 espectadores, y se firmó un convenio de cooperación para adquirir equipos de última generación y avanzar en el proceso de digitalización en la Cinemateca. En teatro hubo presentaciones continuas de los grupos independientes que ocupan las instalaciones de la Casa. En literatura se abrieron las colecciones “Casa Nueva”, “Palabras claves” y “Bicentenario”, se firmaron convenios con la Academia Nacional de Historia y la Casa de las Américas (Cuba) y se implementó un plan de distribución en bibliotecas populares y Ferias de Libros. En música se creó la Camerata: 6 músicos clásicos dirigidos por la soprano Cecilia Tapia. En la Biblioteca se atendió a 15.000 usuarios y se creó una trifloteca (biblioteca para no videntes).
En eventos internacionales destacan la Bienal Intercontinental de arte indígena, la presentación del libro “La vía para el futuro de la humanidad” -del filósofo francés Edgar Morin-, el XXI Encuentro Mundial de Folkclore, la exposición a cielo abierto de reconocidos escultores extranjeros, el XII Festival Internacional de Títeres, los Festivales de poesía “Ileana Espinel” y “Paralelo 0”, éste último con la presencia del poeta argentino Juan Gelman y la presentación del Ballet de San Petersburgo, entre otros.
Disconformidad respecto al presupuesto
En 2012 la CCE contó -dijo Pérez Torres- con 6 millones doscientos mil dólares por parte del Estado y 3 millones por autogestión. De ese monto se destinó un millón quinientos mil dólares al Ballet Nacional de Rubén Guarderas; dos millones a los provinciales, como participación en los ingresos brutos de autoridad portuaria, y 4 millones a gastos de personal, lo que sumó un total de 7 millones de dólares, dejando un saldo de 2 millones para las necesidades de gasto corriente.
En 2013 la situación fue similar. Según Pérez Torres, esto dificulta las gestiones programadas, puesto que actualmente perciben del Estado 6 millones para todos los núcleos. “Hasta ahora no se ha cumplido el ofrecimiento que el ministro de Finanzas, Fausto Herrera, nos hizo, de aumentarnos el 15%”. Pero lo más importante es que no quiere pagarnos los malos cálculos de las autoridades portuarias, a pesar de la orden del presidente Correa y del Procurador General del Estado”.
Incertidumbre frente al nuevo proyecto de Ley de Culturas
El presidente de la CCE manifestó su desacuerdo con el nuevo proyecto de Ley de Culturas, enviado hace dos semanas por el ministro Paco Velasco, donde apenas se menciona a la institución. “Se trata de un proyecto minimalista de 45 artículos, tan minimalista que suprime la existencia de la Casa de la Cultura”.
Pérez Torres aclaró que en los informes de la Ley de Cultura anteriores -que reposan en la Asamblea Nacional desde hace 5 años- se respetaba la autonomía responsable, funcional, económica y administrativa de la CCE, no así en el nuevo documento. “Si no hay personería jurídica, no existimos”, indicó.
También informó que tras la lectura del borrador envió una carta al ministro Velasco con dichas observaciones, de la cual recibió la siguiente respuesta: “Si se desea conservar el estatus reflejado en la anterior Constitución, siempre existirá la figura de la persona jurídica de derecho privado que administre sus bienes, gestionando sus propios ingresos y su modelo de gestión”.
Esa respuesta, según Pérez Torres, sugería la privatización de la Casa de la Cultura, y por ello fue rechazada inmediatamente. “Creo que esa sí es una propuesta totalmente absurda, de tinte neoliberal; no creo que Paco la haya escrito. ¿Privatizar la cultura en plena revolución cultural? No lo creo”, concluyó el Presidente de la CCE.