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Homenaje a inspiradora de la obra “El Principito”

Homenaje a inspiradora de la obra “El Principito”
20 de noviembre de 2011 - 00:00

El Salvador, San Salvador.-

Una primera exposición en homenaje a la salvadoreña Consuelo Suncín, esposa del escritor francés Antoine de Saint-Exupéry e inspiradora de su obra cumbre, “El Principito”, tiene lugar, en estos días, en San Salvador en un intento de rescatarla del olvido.

“Queremos dar a conocer más la obra de Consuelo”, quien es poco conocida en El Salvador, dijo a EFE su sobrina nieta, Abigaíl Suncín, autora de un libro sobre la también artista y escritora, titulado “La Rosa que cautivó al Principito”.

Consuelo Suncín (1901-1979) es la “madre salvadoreña” de “El Principito”, según un reciente artículo del escritor y director de la Biblioteca Nacional, Manlio Argueta.

Fotos, manuscritos, carteles, diversas ediciones de “El Principito” y de “Memorias de la rosa”, de Consuelo Suncín, más libros de autores  vinculados con ambos y una maqueta de un posible museo, son parte de la exposición que está abierta este mes en la Casa de las Academias, en San Salvador.

La Dirección Nacional de Investigaciones de la Secretaría de Cultura organizó la exposición, con objetos aportados por el empresario japonés Yukitaka Hirao y la familia de Consuelo, cuya figura ha sido desdeñada en la mayoría de obras sobre Saint-Exupéry.

Esta es la primera exposición sobre Consuelo que se realiza en El Salvador, aunque en 2006 se le dedicó otra en Francia.

Hirao, un estudioso de la vida y obra de Saint-Exupéry y Suncín, comentó a EFE  que su sueño es levantar en El Salvador un museo de “El Principito”, que sería el segundo después del que hay en Japón.

Relató que, tras vivir en El Salvador hace más de tres décadas, conoció las memorias de Consuelo y así investigó hasta llegar a sus raíces en Armenia, departamento de Sonsonate (occidente), donde nació en 1901, en una familia acomodada.

Abigaíl Suncín aseveró que su tía abuela fue una mujer adelantada a su época, como lo demuestra, dijo, que a sus 17 años le pidiera al Gobierno salvadoreño una beca para estudiar inglés en San Francisco (California, EE.UU.).

Cuando Consuelo preparaba su viaje, sus hermanas le decían: “Qué valor tienes”, a lo que ella contestaba: “Valor el de ustedes, de quedarse en estos pueblos mal alumbrados”, dijo  Abigaíl.

Consuelo, continuó narrando, “se casó tres veces y las tres quedó viuda”. Fue en Argentina donde Consuelo conoció a Saint-Exupéry, en 1930; se casaron en Francia en 1931 y su tormentoso matrimonio, por las infidelidades de ambos, se prolongó casi 15 años.

Saint-Exupéry escribió “El Principito”, uno de los libros más vendidos del mundo, durante su estancia en Nueva York (1940-1943).

Amigos de la pareja, como el escritor francés André Maurois, testimoniaron que Consuelo sirvió de inspiración a su esposo y aportó ideas para la obra. Simone de Saint-Exupéry, según Hirao, escribió en un libro sobre su hermano que “creando el personaje de la rosa en ‘El Principito’ él encarnó a Consuelo”.

Abigaíl Suncín señaló que apenas ahora se empieza a reconocer esa influencia de Consuelo, gracias a las investigaciones y a los análisis del Principito y su rosa, de quien está enamorado.

Hirao indicó que los tres volcanes que hay en el planeta de “El Principito” son los volcanes salvadoreños Izalco, Santa Ana y Cerro Verde, traspuestos en el libro por influencia de Consuelo. Consuelo  murió en 1979 de asma, enfermedad que Saint-Exupéry reflejó en la tos de la rosa en “El Principito”.

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