Histórico teatro se reabre en la frontera norte del Ecuador
En 1936 se inauguró por primera vez el Teatro Lemarie para convertirse en un ícono histórico de la cultura cinematográfica de la frontera entre Ecuador y Colombia, este viernes, tras su segunda reinauguración, abre las puertas para convertirse en el nuevo salón de la ciudad.
Cerca de dos millones de dólares se invirtieron en la recuperación del teatro que dejó de funcionar hace aproximadamente 15 años. “Tantos años sin un cine en la ciudad, una vez entré aquí y había solo borrachos, me logré colar hasta la sala de proyección y las máquinas estaban botadas, como si fueran de nadie”, dice el tulcaneño Gabriel Pabón.
El teatro fue construido bajo la disposición del libanés Pablo Lemarie con piedras traídas desde Ibarra (ciudad ecuatoriana), por obreros que sabían dónde debía ir cada una ya que estaban numeradas.
El cine en esa época se constituyó en uno de los principales atractivos de la frontera. “Hasta de Pasto (Colombia) venían a ver las películas, pero más de Ipiales (sur colombiano) y de San Gabriel, norte andino, aunque claro que la sala se llenaba más de tulcaneños”, dice el ecuatoriano Telmo García.
A decir de Teresa Tejada, habitante de la ciudad, en esa época la entrada al cine costaba alrededor de 20 centavos de Sucre, cinco centavos menos que un Calé que era la cuarta parte de un Real. Un Sucre (moneda ecuatoriana hasta el año 2.000) se componía de 10 Reales. Un dólar americano (actual moneda circulante en Ecuador) equivale a 25.000 sucres.
“Algo que serviría es que no solo abran una sala solo para pasar películas extranjeras sino que también exista el apoyo a personas interesadas en hacer cine en la ciudad”, dice Stalin Rodríguez, estudiante de cine.
“El cine es un medio que puede servir para muchos propósitos como entretenimiento, información, proposición de nuevas ideas, crecimiento cultural, aceptación social. Creo que en una ciudad donde no hay cine no hay historias y por ende es triste. Personalmente pienso que Tulcán tiene muchas historias que merecen ser contadas”, acota.
El objetivo de la restauración del local es darle a la ciudad un salón de eventos en el que ya se han comenzado a realizar presentaciones artísticas, literarias, conciertos y exhibiciones cinematográficas.
