Hernán Rodríguez Castelo fue enterrado ayer
Con una emotiva ceremonia, familiares y amigos despidieron ayer al historiador, escritor y crítico literario Hernán Rodríguez Castelo. Tras la misa oficiada en la funeraria El Memorial, su hijo Cristian agradeció la presencia de las cerca de 240 personas que los acompañaron.
Susana Cordero, Simón Espinosa (foto) y Francisco Proaño Arandi fueron los encargados de conmemorar la notable vida de Rodríguez.
“El último día de su vida –relató Cordero– emprendió el camino del Ilaló, a cuya cumbre accedía a sus 83 años, como a sus 40. Al bajar, ya en casa, se sentó y no pasó mucho tiempo hasta que, sin dejarse notar, inclinó la cabeza sobre el pecho. Se había ido”.
En su intervención, Francisco Proaño Arandi resaltó al ser humano, “al ciudadano crítico que nunca transigió con el abuso ni la injusticia, que siempre estuvo con las grandes causas del ser humano y el maestro de juventudes, de quien tantos de nosotros nos beneficiamos”.
Por su parte, Simón Espinosa destacó la extensa obra literaria de Rodríguez Castelo, calificándola como “la más extensa y notable. Más que la de cualquier escritor ecuatoriano desde la colonia hasta el día de hoy”, 128 libros escritos que, a decir de Cordero, “solo talentos mediocres y taimados no supieron apreciar”.
“Hernán, amigo, gracias por tu vida y tu obra”, lo despidió Espinosa, quien anteayer estuvo junto con el artista plástico Oswaldo Viteri durante la velación.
El cuerpo de Rodríguez Castelo, quien falleció a las 18:30 del anterior lunes, fue enterrado en Jardines del Valle, de Sangolquí. Se prevé realizar conmemoraciones en los siguientes días. (I)
Alumnos se despidieron de su maestro
Hernán Rodríguez Castelo será recordado, ante todo, por haber formado en el campo de las letras y el arte a varias generaciones de escritores.
Algunos de quienes fueron sus alumnos acompañaron ayer a la familia del escritor y recordaron con gratitud las enseñanzas de su maestro. Gonzalo Ortiz, aprendiz y amigo de Rodríguez, expresó su profundo pesar ante lo que considera una pérdida inmensa para la cultura e investigación del país. (I)