“Hay que dejar de pensar que el Estado debe hacerlo todo”
Más de 80 gestores culturales se juntaron en una de las salas del Centro Cultural de Arte Contemporáneo de Quito, en donde se inuaguró el pasado martes el Primer Encuentro Internacional de Marketing y Sostenibilidad de Proyectos Culturales.
La charla con la que se aperturó la reunión llevó por título “¿Qué puede hacer el marketing por los proyectos culturales?”, que impartió el ecuatoriano publicista y especialista en comunicación para la cultura y derechos humanos Roque Iturralde.
Durante una hora el especialista, a través de una serie de caricaturas de Mafalda, explicó a su público la labor que cumplen el “incomprendido” gestor cultural, el “hombre de negocios” en el que se convierte un marquetero.
El principal problema que afrontan los proyectos culturales es la falta de financiación, lo que provoca que muchas ideas no se realicen. “No existen estadísticas, pero la mayoría no se realiza. Faltarían archivos del Gobierno para registrar cuántos no se han realizado”, indicó.
Para Iturralde, que pertenece a la empresa “Comunicación Estratégica Komité”, la comunidad dedicada al marketing ofrece algunas soluciones que podrían facilitar el trabajo al gestor cultural. “Lo que hace un marquetero es comprender el producto, encontrar el público adecuado y entenderlo; diseñar el mensaje adecuado, transmitirlo y finalmente colocarlo en el lugar adecuado”, dijo. “El marketing tiene una simplicidad que abruma, es el arte del sentido común, por ello su complejidad”.
Una de las recomendaciones que hizo el también consultor de proyectos culturales, es que tienen que sentarse a conversar marqueteros y gestores, pero no “como enemigos necesarios, sino como aliados. Aprendiendo los unos de los otros”.
Otra de las sugerencias del especialista fue escoger una empresa seria que no ofrezca creadores locos, porque son los cuerdos los que ofrecen trabajos atinados. Tampoco elegir a los que “necesitan fumar para encontrar una idea creativa” -dijo en tono de broma-, porque es la investigación la que otorga argumentos para los buenos trabajos.
Su público, un poco tímido, preguntó si es el momento para acercarse y proponer proyectos a las distintas instituciones gubernamentales. Para el experto es necesario que los gestores se unan y abran un diálogo.
A una pregunta específica sobre ¿por qué el Gobierno no se preocupa por la cultura?, indicó que a su criterio esa aseveración es “injusta” y sostuvo que: “no es papel del Estado producir la cultura, es papel del Estado estimular a los gestores para que produzcan”.
Destacó el esfuerzo que hace el Gobierno en la construcción de la Universidad de las Artes. “A mí me parece que el Estado se preocupa de una forma seria de la profesionalización, entonces no creo que haya que culparle al Gobierno de lo que pasa con la cultura”.
“Tenemos que dejar de estirar la mano para que el papá Estado nos permita ser creativos, seamos creativos buscando los fondos. Es difícil. Yo tengo muchos proyectos detenidos, pero no le puedo culpar al Estado, hay que hacer proyectos rentables, además”.
Una de las soluciones que propone este hombre de negocios es que se cambie el enfoque y en lugar de ofertar cultura hay que crear una demanda cultural. A su criterio, mientras exista solo oferta, lo único que va a pasar es que el producto baje de precio y para que acudan es mejor hacerlo gratis. “Como es gratis, hay la idea de que no vale, y no acuden”, reflexionó. “El estereotipo del dinero rápido no funciona en el sector cultural”, precisó.
Alexander Paredes, del departamento de Gestión Cultural del Municipio de Quito, dijo que la charla le permitió observar nuevas formas de estimular la actividad cultural. María Félix, de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo del Guayas, indicó que le interesa el tema de la sostenibilidad porque trabaja con un presupuesto muy ajustado. Economía Creativa y Levantamiento de Fondos y Posicionamiento de imagen también se abordarán.