“Hay más producción de la que creía”
Manta.-
Emmanuel Vincenot, catedrático que dirige el Departamento de Estudios Hispánicos en la Universidad Francois Rabelais de Tours (Francia), cuenta que -desde su mirada francesa- se sorprende con la dinámica que ha visto estos días en la Rueda de Negocios del DVD. “Hay una voluntad de confrontar la realidad que me parece sincera”, dice.
En tu ponencia hablas de Nollywood (Nigeria) y el Narcocine (México): ¿encuentras que estos fenómenos son iguales a los de Ecuador?
En muchos países del llamado tercer mundo está surgiendo un cine de bajo presupuesto, adaptado al consumo local y la realidad local. Lo que pasa en Ecuador surge con un poco de retraso con respecto a Nigeria y México. Ha sucedido también en otros países como Ghana y Perú.
Es un fenómeno mundial. Lo estoy descubriendo en Ecuador. Sabía que hay cine de bajo presupuesto, y que hay una tónica regional, que hay gente que produce en Esmeraldas, Manta, Guayaquil o Chone de forma separada.
Luego de las intervenciones en un par de foros en este Festival, da la impresión de que los realizadores independientes no tienen mucho interés de integrarse a la cadena productiva tal como está planteada. Muchos de ellos venden sus películas por sí mismos. ¿Era igual en Nigeria?
No. Allá tenían la intención de crear una industria. Me parece que acá no hay esa misma visión a futuro, sino que hay la voluntad de seguir trabajando de forma artesanal. En Nigeria rápidamente comprendieron las empresas que había un mercado enorme, que la forma de desarrollarse no era ir de pueblo en pueblo vendiendo DVD, sino crear redes.
Es una industria que ha prosperado. ¿Surgió en un mercado que estaba dominado por la piratería?
Sí, pero los productores de películas nigerianas trabajan más rápido que los piratas.
Por eso producen tantas películas. Se calcula que son cerca de 2.000 al año. Es la segunda industria en el mundo. La primera es la India, y la tercera, Estados Unidos.
Bollywood, Nollywood y Hollywood...
Exacto. La producción en Nigeria es tan intensa -se estrenan varias decenas de películas por semana- que el pirateo tiene dificultad para seguirle la carrera. Las empresas saben que tienen que vender una cantidad brutal en DVD, en las primeras semanas para llegar a todo el mercado.
Cuénteme sobre el narcocine...
La producción de películas de bajo presupuesto en video en México casi siempre habla de narcotráfico, capos de la mafia, tráfico de drogas, sicariato. Representa casi el 90% de las películas de bajo presupuesto de México.
Estoy muy interesado en encontrar similitudes con las películas de acción de bajo presupuesto ecuatorianas, donde hay violencia, sangre y balaceras, pero el tema del narcotráfico no está tan presente en las historias.
Habla de similitudes en los temas, pero ¿se parecen en la distribución?
El caso de México es totalmente diferente. No son producciones mexicanas, son compañías norteamericanas, ubicadas en la frontera, en San Diego o Houston, dirigidas por ciudadanos norteamericanos de origen mexicano, para el público hispano en Estados Unidos. Luego las piratean en México, pero es en Estados Unidos donde hacen dinero.
¿Qué conclusiones saca de esta Ronda de Negocios?
Que hay una producción más importante de la que creía. Se habla de 20 películas ecuatorianas, pero he conocido varios directores, cada uno con 5 ó 9 cintas. Y creo que es solo la punta del iceberg.
Hay una voluntad de entrar en contacto con el cine subterráneo, y esa es una iniciativa fantástica.
Desde mi mirada francesa, es muy curioso ver al Ministerio de Cultura trabajando con piratas... con comerciantes autónomos. Hay una voluntad de confrontarse con la realidad, que es sincera y sana.