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Guayaquil se une a la red del Fondo de Cultura

En la foto Andrey Astaiza, director de vínculo con la comunidad; Yanerit Morgan, embajadora de México en Ecuador; Ramiro Noriega y José Carreño.
En la foto Andrey Astaiza, director de vínculo con la comunidad; Yanerit Morgan, embajadora de México en Ecuador; Ramiro Noriega y José Carreño.
Fotos: Lylibeth Coloma / EL TELÉGRAFO
25 de julio de 2018 - 00:00 - Redacción Cultura

Cuando el Fondo de Cultura Económica (FCE) empezó a trabajar publicaciones especializadas en Hispanoamérica, en 1934, sus libros en Guayaquil se encontraban en lugares muy reducidos, se los solicitaba bajo pedido o estaban en el antiguo pulguero de la Pedro Pablo Gómez (PPG).

El FCE, considerado una de las editoriales pioneras para visibilizar los estudios literarios y la historia de la región, construyó su primera librería en Ecuador en 2014, en la capital, ocho décadas después de su fundación.

El hito se logró luego de un acuerdo entre los expresidentes Rafael Correa y el mexicano Enrique Peña Nieto. El FCE asentó su primer centro cultural en el país en la antigua sede de Unasur, luego de que esta se mudara a la Mitad del Mundo.

El pasado jueves, el rector de la Universidad de las Artes, Ramiro Noriega, y José Carreño, director del Fondo de Cultura Económica, firmaron un acuerdo que permitirá habilitar dos espacios para librerías en Guayaquil. Una de ellas tendrá el nombre del escritor ecuatoriano Miguel Donoso Pareja.

 De acuerdo a Carreño, esta librería se va a unir a la Carlos Fuentes, en Quito; a la Arnaldo Orfila Reynal, en Argentina; a la Gonzalo Rojas, en Chile; a la Gabriel García Márquez, de Bogotá; y a la Juan Rulfo de Madrid; a la Blanca Varela, de Lima.

“Miguel Donoso va a pasar, así, a integrar la lista de honor de estos intelectuales americanos que han contribuido al enriquecimiento del canon de las letras. Hay que empezar a escribir esa historia como la escribió Julio Jaramillo si acaso su amada muriera primero: con tinta sangre vamos a firmar este convenio”, dijo Carreño durante el acto protocolario.

La gente del Fondo de Cultura Económica y la Universidad de las Artes recorrieron las instalaciones del campus centro y sus distintos edificios.

Las librerías que permitirá abrir la firma de este convenio estarán en el futuro Centro de Innovación Cultural - MZ14, ubicado en el edificio patrimonial de la antigua Bolsa de Valores; mientras que el otro fondo bibliográfico será parte de una librería para la colección infanto-juvenil en la Biblioteca de las Artes, que se espera inaugurar en octubre en el edificio del ex Banco de Descuento.

Para Andrey Astaiza, director de vínculo con la comunidad de la UArtes, la firma de este acuerdo se constituye en un hito histórico para la promoción y difusión de la literatura latinoamericana en la ciudad.

 Ramiro Noriega dijo durante su discurso que este tipo de espacios nos lleva a responder preguntas a modo de soluciones sobre la forma en que viven los ciudadanos su lugar de recorrido diario, la forma en la que habitan los espacios y las posibilidades que tienen los escritores y los lectores para afincarse en un lugar.

Andrea Torres, estudiante de la Universidad de las Artes, sostuvo que “una gran librería y una gran biblioteca son deudas pendientes de la ciudad que, con la adecuada gestión de la Universidad de las Artes y ahora en alianza con el Fondo de Cultura Económica se puede intentar subsanar”.

Agregó que las librerías, “aún aquellas de segundo ojo pueden contarse con los dedos de las manos. Aparece en este fenómeno algo que es tanto un síntoma como un prodigio: muchos de los lectores de esta ciudad se han hermanado por medio, literalmente, de las páginas compartidas y, aunque esa idea pueda parecer romántica es, en realidad, algo preocupante, es un síntoma de la escasez”.

Para esta estudiante de literatura, que dejó su residencia en Quito para aventurarse a residir en otra ciudad y estudiar, en Guayaquil, si se busca libros especializados no hay a dónde ir.

Consideró que más que fundar una tienda de libros estos espacios deben enfocarse en la necesidad de formar bibliotecarios, así como libreros. “Su rol es fundamental no solo porque son formadores de públicos, sino porque a menudo son también los gestores de nuevas librerías y de nuevos libros”.

Estos espacios para la ciudad que estarán en lo que a futuro será el centro cultural de la Universidad de las Artes, esperan habilitarse en octubre. En el caso de la Biblioteca de las Artes, que estará en el antiguo edificio del ex Banco de Descuento, Ramiro Noriega dijo durante su discurso que a pesar de las trabas que ha enfrentado concluir aquel proyecto para la ciudad, han encontrado una solución a través de un trabajo conjunto con la Secretaría de Educación Superior, Ciencia y Tecnología.

Entonces también se habilitará un espacio para el archivo de diario EL TELÉGRAFO. (I)

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