Guadalajara, un buen negocio editorial
La Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) cerró ayer sus puertas, después de haber recibido a centenares de visitantes y contado con la presencia de unos 600 autores.
En la cita literaria, que se desarrolló desde el 24 de noviembre, se homenajeó al mexicano Carlos Fuentes, fallecido el 15 de mayo a los 83 años. En la actividad participaron sus colegas y compatriotas Jorge Volpi y Elena Poniatowska, quien recibió una medalla por sus 80 años de vida.
La presencia de Fuentes fue casi siempre un compromiso en el cuarto de siglo que lleva la feria, a la que anualmente asisten más de 500.000 visitantes y se concretan millonarios negocios entre representantes de más de 1.900 editoriales de 42 países.
En esta edición del encuentro internacional, Chile fue el invitado de honor. Alrededor de 109 representantes de las letras chilenas asistieron a la FIL, entre ellos Jorge Edwards, Roberto Ampuero, Patricio Fernández, Roberto Brodsky y Julián Herbert.
“El novelista modesto no existe, el que lo diga es un mal novelista”, dijo el pasado lunes el escritor chileno Jorge Edwards en una de sus intervenciones. “Cuando se intenta narrar la realidad hay problemas de memoria y de orden estético, por eso la novela es una construcción de artefactos que a veces son una realidad y otras contradicen la misma”, aseguró. Con frases como esa, Edwards intentó describir su trayectoria narrativa en una conversación en la FIL.
Crítica a Bryce Echenique
La escritora mexicana Elena Poniatowska reprochó públicamente al escritor peruano Alfredo Bryce Echenique su falta de ética en relación con las acusaciones de plagio que el autor afronta en su país, vinculadas con varios artículos periodísticos publicados hace años.
Poniatowska intervino en el homenaje que se le rindió a sus 80 años y dijo que la FIL “es la más importante en el mundo con la de Fráncfort y la de Buenos Aires”.
Bryce Echenique, galardonado con el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2012, no asistió a la feria mexicana debido a que los organizadores del premio optaron por entregárselo en su casa en Lima (Perú), en medio de una encendida polémica sobre si era lícito distinguirlo considerando sus supuestos casos de plagio.
Oportunidad para las ventas
Las editoriales han logrado captar a una gran cantidad y variedad de público. Edgar Ángeles, gerente comercial de Random House Mondadori, aseguró el miércoles que la venta iba “muy bien”. Según sus cifras, desde el sábado se había vendido un 18% más que el año pasado, gracias sobre todo a tres libros: “El manuscrito encontrado en Accra”, de Paulo Coelho, las sagas de “50 sombras de Grey” de E.L. James y “Juego de tronos” de George R.R. Martin.
Carlos Ramírez, director general de PRISA Ediciones México, dijo que fue “muy buen año”. Hasta el miércoles las ventas aumentaron un 4% con respecto a 2011, que para ellos también fue positivo.
Un día después comentó que las ventas se aceleraron más. En su caseta, el libro más vendido era “El tango de la vieja guardia”, de Arturo Pérez-Reverte. La asistencia de público superó la cifra del año pasado de 659.898 personas. El aumento en las ventas de libros se cifra, según las editoriales, entre un 10% y 15%, con relación a 2011.