En Gravedad, de Alfonso Cuarón, aparecen dos de los más famosos actores de Hollywood, conocidos tanto por su calidad actoral como por su belleza física: Sandra Bullock y George Clooney.

Sin embargo, durante gran parte del filme, el espectador solo podrá ver de ellos sus caras a través de los gruesos vidrios de los cascos de trajes de astronautas.

De Sandra Bullock apenas serán reconocibles los ojos y su pronunciada nariz, mientras que de Clooney, sus ojos como mucho. Como lo que ocurría en Decisión Ejecutiva, cuando al principio de la película mataban al personaje de Steven Seagal para dejar como protagonista a Kurt Russell, otro héroe de acción en su propio derecho.

Y es que Clooney desaparecerá para motivar al personaje de Bullock, la doctora Ryan Stone a sobrevivir luego de una desastrosa misión para la NASA.

En el filme Gravity nada es tan simple como parece. Cada fotograma tiene su propio pesoTodo está en la capacidad del espectador de resistir los lentes para ver los efectos 3D y no pestañear  cuando los fragmentos de satélites destrozados en el espacio ponen a la deriva a Stone y al personaje de Clooney, el comandante de la misión Matt Kowalski, quien comanda su última misión antes de su retiro definitivo. El resto es hacer fuerza y no rechinar los dientes mientras se aprecia un filme tan lleno de tensión como Parque Jurásico III.

Y es que nadie se puede tragar de buenas a primeras la constante mala suerte de Ryan Stone en su intento por regresar a la Tierra luego de una misión desastrosa.

Si el filme se aprecia en inglés se escuchará a Ed Harris repitiendo su rol de Control de la Misión, tal cual lo hizo en Apollo 13, solo en voz.

Las historias que comparten con el personaje de Kowalski, la música que el astronauta hace sonar en el canal de comunicación entre su transbordador y Houston, dan a Gravedad un ritmo que no tienen otras películas sobre desastres en el espacio como Apollo 13 y Moon.

No es rápido ni lento, sino en sus propios términos, apretado y marcado por las tomas en que se ve a Stone y Kowalski flotando a la deriva por el espacio, unidos apenas por una simple soga.

Cuarón abre de nuevo el debate sobre si una obra maestra necesita de grandiosos efectos visualesEl resto de personajes de Gravedad es solo de voces, la del capitán de la Estación Espacial Rusa, de la capitana del transbordador Explorer, del tercer compañero de la misión comandada por Kowalski a quien solo identifican como Shariff y Aningaaq, al parecer un ciudadano chino en la Tierra con el que Stone logra comunicarse.

La fuerza visual del filme, claro está, radica en los planos secuencias que el director Alfonso Cuarón y su director de fotografía Emmanuel Lubezki trabajan desde la película más reconocida del cineasta, Y tu mamá también.

En Gravedad han llegado a su nivel más claro, ya que son estéticamente óptimos y funcionalmente artísticos.
El contenido es el que manda en la película de Cuarón, solo porque tiene las herramientas visuales para darle cohesión y coherencia.

Nada está fuera de lugar en los cuadros y fotogramas que componen el filme de 91 minutos, aunque pueda haber cierta cantidad de fallas científicas ya señaladas por un reconocido astrofísico desde su cuenta de Twitter.

La película causa furor entre la crítica, los cinéfilos y el público usual de los multisalas por las actuaciones, el diseño de sonido y la calidad de los efectos visuales en 3D que marcan el retorno de Alfonso Cuarón a los sistemas y subsistemas de Hollywood.

El gran error en este filme es ponerle ruidos de fondo y sonidos poco familiares a cualquier oyente, mientras Stone y Kowalski flotan por el vacío espacial.

Los movimientos que los actores hacen en el espacio han sido reconocidos por astronautas profesionales como correctos, aunque el director también ha jugado con cuadros significativos a lo 2001: Una odisea espacial, El planeta de los simios y Armageddon.

La posición fetal al ingresar a la Estación Espacial Rusa, la toma final cuando regresa a  laTierra y sale del océano y las “abridas” y cerradas de las escotillas en el margen del tiempo que ello requiere, son las muestras de ese conceptualismo.

Una fortaleza, o tal vez debilidad, es que Gravity aparece casi al mismo tiempo que otra producción estadounidense dirigida por un latinoamericano, Europa Report de Sebastián Cordero, quien comparte buenas relaciones fraternas y profesionales  con Cuarón, quien de hecho fue el productor de Crónicas (2004)  a través de su agencia Tequila Gang.

El filme de Cuarón abre de nuevo el debate sobre si una obra maestra del cine y el audiovisual es necesariamente aquella que posee grandiosos efectos visuales.

Cuarón ha logrado que sin necesidad de homenajear al cine silente como lo hizo El Artista, se pueda resaltar la fortaleza visual que deben tener todas y cada una de las grandes películas producidas para ser vistas ante todo en las pantallas de cine de 8.6×4.6m.

DATOS

Alfonso Cuarón ha dirigido las películas Y tu mamá también (2001), Grandes esperanzas (1998) y Harry Potter y el prisionero de Azkaban (2004).

Cuarón fue candidato al Oscar en 2006 con Children of men (Mejor guión adaptado y Mejor montaje), y en 2002 con Y tu mamá también (Mejor guión original).

El presupuesto de Gravity fue de entre $ 100 y $ 120 millones, y hasta ahora ha recaudado más de $ 400 millones.

Gravity ganó el Future Film Festival Digital Award, un premio no oficial de la Biennale de Venecia 2013.