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Gisella Iturralde, una cosmonauta que pinta y dibuja

→La artista posee estudios en pintura, fotografía, diseño y apreciación del arte de la Universidad de Edimburgo.
→La artista posee estudios en pintura, fotografía, diseño y apreciación del arte de la Universidad de Edimburgo.
29 de noviembre de 2017 - 00:00 - Redacción Cultura

Luego de que el padre de la artista méxico-ecuatoriana Gisella Iturralde murió en 2014, ella partió hacia la playa para apaciguar el dolor. Durante su estancia en la Costa, conoció a una mujer argentina, de Córdoba, que le pidió que la llevara de vuelta a Quito en su carro. Gisella aceptó y, durante el camino de regreso, la argentina le recomendó escuchar a Enric Corbera, un español experto en la bioneuroemoción.

“Es increíble cómo el universo te va conectando con lo que necesitas. Era justo lo que necesitaba oír en ese momento. Él tiene la filosofía de que hay que ejercer el desapego, y que el ego es lo peor que hay”, dice la artista durante un recorrido guiado en su más reciente muestra de dibujo y pintura, Cosmonauta, en la cual narra un viaje espiritual de dos amigas que terminarán por convertirse en un ser supremo.

En esta muestra, que se expondrá hasta el 26 de enero de 2018 en el  Centro Cultural de la Embajada de México, se presentan una serie de cuadros que se caracterizan por tener una composición espiritual, que transita, a veces, en lo surreal.

 

Hecho en diversas técnicas –desde el dibujo hasta el óleo y el acrílico, pasando por el collage y un poco de acuarela–, este trabajo está acompañado de un cuento que hila las historias que se retratan en cada una de las 16 pinturas que se exponen.

Ese cuento tiene como protagonistas a Loca y Claridad, quienes emprenderán un sinuoso viaje donde se encontrarán con diversos personajes. Al inicio del texto, la artista escribe: “érase una vez una Loca que soñaba con volar sin tener que moverse, sin alas y sin viento, solo con la mente... (...) después de mucho descansar, dormir y fantasear, se encontró a Claridad y, juntas, empezaron a tramar un viaje sin principio ni final...”.

Cinco años duró el proceso de realización de estos cuadros, los cuales no fueron concebidos premeditadamente como una unidad, sino que después hallaron sus propias conexiones. “Mi subconsciente estaba trabajando y no me daba cuenta. Me dediqué durante ese tiempo a leer y meterme en esta onda metafísica, de meditación y budismo”, dice Gisella.

El primer personaje que  Loca y Claridad encuentran es El mago, quien les advierte: “Primero las emociones hay que dominar y con un movimiento circular todo comenzó a cambiar”. Luego se cruzarán con El maestro, a quien acuden para alinear sus chakras, pero él, al ver su ansiedad, les dice:  “eso tomará un tiempo, se tienen que calmar (...) paciencia, si lo que quieren es libertad”.

El resto de los cuadros, así como los relatos que los acompañan, tienen que ver con las pruebas a las que se enfrentan ambas para llegar a la unidad, a un nivel de conciencia mayor. La ira, la pena, el agotamiento, la impostura o el condicionamiento irán minando su trayectoria, pero también reforzando sus convicciones e ideales.

En las dos últimas pinturas de la muestra se observa cómo las protagonistas de esta narrativa se transforman en aire, en un solo ser, a través de lo que podría ser el big bang.  Loca y Claridad devienen en un cosmonauta que flota entre las estrellas

“Me gustan todos los impresionistas”, revela Iturraalde sobre sus referencias estéticas. “Siempre me ha gustado hacer exposiciones que tenga un gran  tema, una conexión. Yo soy bien reclutable. Solo floto y voy sacando  lo que me parece más positivo de todo, como me sucede con el feminismo o con otros movimientos”, reconoce la artista que actualmente trabaja en una serie de cajas que se llamará Habitada. (I)

Trayectoria

Muestras

→La artista es exitosa animadora de varias exposiciones colectivas e individuales, entre las que destacan Petit Assamblage (2010), Almas olvidadas (2010), Ángeles contemporáneos (2000), Collage (1997) y El arte pop de Gisella Iturralde (1992). (I)

16 cuadros componen su más reciente muestra. Se expondrán  hasta enero del próximo año. (I)

Yo soy

→Una de sus últimas muestras  fue Yo soy, expuesta en la galería Pentasiete, en Cumbayá. Allí, la artista presentaba una serie de pinturas que reflexionaban sobre las facetas de la mujer en la sociedad. (I)

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