Giroud dirigirá festival en Cuba
La Habana, Cuba.- Cuando murió Alfredo Guevara, el 19 de abril, muchos auguraron que el Festival de Cine de La Habana no se sobrepondría a la marcha de su fundador, pero un mes después su nuevo director, Iván Giroud, dijo a la AFP que el certamen “va a sobrevivir”, adaptado a los nuevos tiempos.
“El festival puede y va a sobrevivir, creo que lo puede hacer, primero porque es una necesidad para Cuba y para América también y creo que para el mundo”, dijo el nuevo director, quien ya desempeñó esa función entre 1994 y 2010, bajo la presidencia de Guevara.
El 14 de mayo fue llamado a dirigir nuevamente el festival, pues trabajar muchos años con Guevara -el hombre de Fidel Castro en la cultura, fallecido a los 87 años de un infarto- le permitió adquirir experiencia y “suficiente capital de relaciones y de consenso” para esta tarea. “No voy a hacerlo igual (que Guevara), porque nadie es igual a nadie. Voy a seguir las líneas matrices principales que él siempre diseñó desde que se creó el festival” en 1979, dijo Giroud en su oficina.
El reto es mantener, además de las cintas en competencia, una muestra de unas 400 películas de lo mejor del cine latinoamericano y mundial, con una asistencia masiva de público, medio millón de personas, en 10 días. Aseguró que hay “voluntad política” de las autoridades cubanas de mantener uno de los más importantes eventos de la cultura cubana y uno de los más antiguos festivales fílmicos de América Latina.
Rodeado de óleos de pintores cubanos en su despacho, este ingeniero civil, de 56 años, parece estar ultimando una maquinaria que conoce desde hace años, cuando fue llamado por el cineasta Pastor Vega, entonces director del festival, a trabajar en la organización.
“Ahora es trabajando con el presupuesto”, que en 95% es aportado por el Ministerio de Cultura, y el resto se obtiene de patrocinios, ayudas e intercambios, para la edición 35 en diciembre próximo, que rendirá homenaje a Guevara, también fundador del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (Icaic).
El reto es mantener, además de las cintas en competencia, una muestra de unas 400 películasGiroud está consciente de los retos que enfrenta. Cuba no escapa a la tendencia mundial de abandono de las salas de cine, las que por otro lado acusan un nivel de deterioro y obsolescencia técnica, con proyectores de 35 mm en la época digital. “Estamos en un momento difícil, existen las memorias, los discos duros, las copias piratas y la gente entre coger la guagua (autobús) e ir al cine, prefiere ver una serie” de televisión en su casa, expresó.
Desde que fue designado director general ha recibido llamadas telefónicas y mensajes de apoyo de amigos del cine cubano de América Latina y España, donde trabajó por dos años recientemente. “Tengo muchos amigos allá que quieren al festival, respetan al festival”, señaló.
Este no es el único Giroud dedicado al cine. Su sobrino Pavel Giroud, de 41 años, realizador entre otras de la multipremiada “La Edad de la peseta” (2006), es uno de los más reconocidos directores.
Iván Giroud coordinó para América Latina el Diccionario de Cine Iberoamericano, proyecto de 10 años de trabajo, con igual número de volúmenes de cerca de mil páginas cada uno y la colaboración de más de 400 expertos.
Acorde con las reformas económicas emprendidas por el presidente Raúl Castro para “actualizar” el agotado modelo de corte soviético, el gobierno estudia la reestructuración del ICAIC, mientras los cineastas cubanos han pedido mantener el festival internacional. “Creo que una suerte (la del Icaic) está imbricada a la otra (del festival), yo los veo inseparables”, explicó Giroud.