La mayor parte de las propuestas se ejecutó a cabalidad en julio
Gestores culturales cuestionan el trabajo de la dirección zonal
Al menos 10 gestores culturales que ganaron los Fondos Concursables -a través del proceso que convocó a fines de 2016 el Ministerio de Cultura y Patrimonio (MCyP)- se enfrentan al retraso del 30% de sus pagos. Una vez concluidos los proyectos beneficiados en distintas disciplinas, el finiquito de convenios está dilatado en la Dirección de Cultura de Guayaquil, a cargo del arquitecto Esteban Delgado, quien es administrador de 18 de los programas ganadores en la Zonal 8.
Los afectados decidieron enviar un pronunciamiento por escrito al ministro de Cultura, Raúl Pérez, por considerar que “existe una animadversión con quienes trabajamos en cultura y, particularmente, con quienes llevamos a cabo los proyectos. Hemos sido ofendidos por su actitud (de Esteban Delgado) y comentarios, que desconocen nuestros derechos como ciudadanos y artistas”, dice el comunicado.
Entre los afectados están Jorge Parra (programador del Fiartes), Mario Suárez (programador de Fragmentos de Junio), Matilde Ampuero, quien realizó el catálogo de La Artefactoría; Ángela Arboleda, narradora oral y autora de ‘Vuelos palabras y objetos’; Manuel Larrea, autor de ‘Sinfronia’; y Lalo Santi, quien convocó el Pop Art Porn.
Una de las trabas que los gestores encuentran para finiquitar sus convenios es que Delgado administra 18 proyectos que tienen un solo revisor a cargo. Mientras que otros proyectos, administrados por la Coordinación Zonal 8 de Cultura, fueron repartidos entre 4 revisores, que tienen de 3 a 4 proyectos a su cargo.
Uno de los conflictos para finiquitar los contratos fue la postergación de los encuentros artísticos. Un imprevisto frecuente en este tipo de eventos y que, según los afectados, ha sido necesario y que no provocó mayor contratiempo en procesos anteriores, en los que ganaron los Fondos.
Delgado elaboró un informe de incumplimiento de convenio, con lo cual los ganadores deberían devolver el premio, acción que rechazaron los funcionarios del Ministerio en Quito, al considerar que todos los proyectos ya fueron realizados. Actualmente el trámite está retenido por “falta de documentación”. Estos, según los artistas,serían documentos que Delgado no ha firmado.
De acuerdo a los gestores, el proceso estuvo a punto de cerrarse con la ayuda del personal jurídico del Ministerio. Sin embargo, cuando se completó el trámite faltaba la asignación formal del revisor que trabajó en los informes finales, a cargo de Gisella Moreno. Finalmente, Delgado nombró una nueva revisora, con lo cual hay que reiniciar todo el proceso.
Delgado justificó en una entrevista con este diario la remoción de Moreno como revisora de los proyectos porque, dice, “esa señora ha incumplido y es la causante de no informarme de que esto estaba sucediendo”.
Según el funcionario, en julio pidió un informe a Moreno sobre el proceso de los proyectos, mes en que la mayoría de estos se realizó. Al no obtener respuesta le dio un plazo para que regularizara los proyectos que no se habían realizado, aun cuando en la programación ya debían haberse llevado a cabo. A pesar de que los artistas dicen que no encuentran un medio de diálogo con Delgado, el director de cultura sostiene que se reunió en julio con varios de ellos y que “reconocieron que habían fallado”.
“Se procedió a darles el apoyo para que cumplan con la papelería pendiente. Envié en agosto toda la programación”, precisa.
Delgado dice que reemplazó a Moreno por un equipo, en el cual se encuentra su asesora jurídica. Los responsables tendrían hasta este viernes para ordenar el proceso y finiquitar los convenios.
“Esto no es un problema del Ministerio, ni de la Coordinación Zonal, sino un problema de ellos que no cumplieron”, dice Delgado y agrega que si por él fuera se sujetaría al reglamento para que los artistas devuelvan el dinero de los fondos.
Los artistas y gestores se reunieron este martes en la mañana. Más que por la dilatación del debido proceso, con lo cual quedarían impedidos de postular sus proyectos para la siguiente convocatoria de los Fondos Concursables, estaban convocados porque consideran que es tiempo de protestar respecto a la administración de la gestión cultural de los sitios públicos en Guayaquil, a cargo de personas que creen que no tienen “la acreditación, ni la experiencia necesaria para dirigir estos espacios”.
A pesar de la gratuidad de lugares como el MAAC, consideran inexistente una coordinación para programar las salas. Esta inestabilidad ha producido escenas como que los encargados de la seguridad sean quienes revisen la taquilla o que los mismos artistas de La Artefactoría han comprado los focos para la sala de exposición. (I)