El crítico literario franco-estadounidense George Steiner ha fallecido, este lunes 3 de febrero de 2020, en su casa en Cambridge, Inglaterra, según ha informado su hijo al peródico The New York Times.

Ensayista, escritor de ficción y profesor, Steiner tenía 90 años y sucedió a Edmund Wilson como crítico de libros para la revista The New Yorker desde 1966 hasta 1997. Se caracterizó por una profundidad analítica en torno a la paradoja del poder moral de la literatura.

Sobre este maestro de la literatura comparada, el escritor argentino Enrique Lynch ha dicho que “su vocación intelectual se compara con los constructores de catedrales que reunían con pericia y razón la técnica y la belleza y las ponían al servicio de una experiencia mística”, según ha publicado diario el diario español El País.

“En sus escritos echa mano de una memoria asombrosa combinada con una erudición que se alimenta de casi todas las grandes lenguas europeas y remata en una prosa inconfundible, hecha de una escritura ampulosa y áulica que emplea con eficacia todos los recursos del comparatista y el saber de los humanistas clásicos”, continúa Lynch.

Steiner no deja herederos y se hizo un espacio entre los intelectuales judíos europeos, además de los ensayistas anglosajones, que intuyen con base en las figuras clásicas las claves de la modernidad literaria.

Autor de Presencias reales, Lenguaje y silencio o Nostalgia de lo absoluto, dijo que “un lugar común es una verdad cansada”. En consecuencia, un disparate puede ser una verdad precipitada, resumió el escritor mexicano Juan Villoro. Y de ese tipo de verdades siempre se libraba este defensor del canon y crítico del relativismo. (I)