La tercera edición del Funka Fest, ese encuentro interdisciplinario de artes escénicas que se hace una vez al año, reabrirá este sábado el Palacio de Cristal, en el sur de Guayaquil, con una de sus carteleras más diversas desde su primera edición.

Si bien, una de las banderas de este año es la llegada de la banda mexicana Café Tacvba por primera vez a este puerto del Pacífico, el cartel también tiene a la banda de indie-pop estadounidense The Drums y otras seis nacionales. En un escenario secundario tocarán cuatro grupos.

Cerca de la plataforma central, en la urna sur, se hila uno de los discursos más contestatarios del encuentro, la muestra de artes visuales, cuyo nombre alude al fragmento de una canción de Café Tacvba, “El futuro es hoy”. 

Villavicencio hace un “remix digital” de imágenes que forman parte de los archivos del Instituto Biológico de la Escuela Politécnica Nacional (Quito). Fotos: cortesía de Edu Carrera.

Este año la convocatoria se hizo a partir de “la memoria” como temática. Por primera vez un quiteño curó la selección, Eduardo Carrera. Él se encargó de elegir 11 obras de 220 aplicaciones.

La muestra, finalmente, está dividida en dos núcleos. Por un lado se aborda la memoria desde la visión tecnológica, las ciencias y su relación con los humanos.

En esta sección, el artista Christian Villavicencio presenta “Megatherium”, una escultura híbrida, entre biología, arte y mecanismos digitales, hecha a partir de fósiles y bacterias de una especie animal nativa de Ecuador ya extinguida.

En “Sehnsuchtlosen” David Palacios utiliza el algoritmo pix2pix y lo implementa en una aplicación para traducir sus dibujos infantiles en fotos.

En esta misma línea, el colectivo artístico y banda de noise, Los Plásticos, presenta “Las Meninoise”. Se trata de una instalación con una reinterpretación del cuadro de Diego Velázquez, “Las Meninas”. Lo hacen a través de los trabajos de los integrantes de este taller y con la idea de una construcción efímera que busca interactuar con el público.

La idea, dice Carrera, “es exhibir cómo los artistas se relacionan con nuevos medios y al mismo tiempo establecen un lenguaje con la inteligencia artificial, reflexionan sobre el discurso, la relación del hombre con la ciencia y la forma en la que todo esto construye memoria”.

En otro núcleo, el curador trabajó la selección a partir de la idea de la memoria desde la materialidad y la imaginación del artista. En esta sección el terreno se expande, porque se enfoca en los lenguajes particulares y las experiencias de cada uno de los artistas.

Así, Maio Alvear presenta una maqueta de jardín japonés con elementos de construcción de las zonas rurales de Quito, a la que llama “Campo construcción/construcción campo”. Su autor busca evocar la fuerza detrás de la representación de la naturaleza.

Dennys Navas trabajó en “Carne y piedra” para idealizar la construcción de una ciudad que se despeja de patrones de edificios y se rehace con el uso de piedra, lodo o barro.

 Tyrone Luna, en cambio, usa nuevamente el cómic. Esta vez, con la figura estetizada de ese símbolo cívico en el que derivó el Juan Pueblo de Luis Peñaherrera simula la intervención de una pared, en la que este personaje elimina propaganda política. 

“Creo que espacios como el Palacio de Cristal siempre deben estar dedicados a presentaciones de arte o teatro. Este encuentro denota esta necesidad”, dice Carrera. (I)