Pasadas las 21:00 del sábado 9 de febrero, el festival Rock Love fue interrumpido en el Teatro Nacional de la Casa de la Cultura.

La agrupación cuencana Basca estaba sobre el escenario y su cantante, Juan Pablo Hurtado, dijo a los 800 asistentes que acortarían el repertorio por advertencias de la Policía y organización sobre el término del evento que, desde las 15:00, reunió en escena a ocho bandas nacionales.

El guitarrista Pepe Trujillo, integrante de Crossfire y coorganizador del evento, contó a este diario que el permiso de la Intendencia aún no se cumplía a la hora  que la Policía notificó que debían concluir el festival.

En el acuerdo, entre los gestores del festival y organismos de control, se planificó que el show duraría hasta las 22:00 y a Basca le tomó casi media hora conectar sus equipos, pero antes de las 21:00.

La presentación duró 25 minutos, en los cuales presentaron una muestra del disco Es hora de pelear y clásicos como “Heavy Rock”, “Decisión” y “Sucesor”.

“Nos dicen que el tiempo se acabó, queremos que todo termine en paz (...) Estos eventos son resultado del esfuerzo de muchos amigos que se parten la madre para hacerlos, por todo el rock y metal nacional”, advirtió Hurtado antes de decirle a la audiencia que los policías estaban en la puerta del teatro.

“Son unos 13 permisos  que hay que sacar, en varias instituciones, para realizar eventos de este tipo”, comentó Trujillo. A los 18 elementos de seguridad privada que contrató se sumaron una veintena de brigadistas, además de los efectivos de la Policía Nacional que se apostaron fuera del Edificio de Los Espejos.

El precio de las entradas fue de $ 10 y, adicionalmente, se receptaron colaboraciones para la producción del tercer disco de estudio de Crossfire.

Este trabajo se publicará en junio próximo. En estas semanas, el quinteto lo graba y se masterizará en Argentina, con el baterista Adrián Cenci (exintegrante de V8 y Logos) como ingeniero de sonido. (I)