Festival de cine en NY será en honor a damnificados

La segunda edición del Festival de Cine Ecuatoriano en Nueva York (EFFNY) lleva el nombre One Ecuador! y, en este certamen, se presentarán una decena de largometrajes y 17 cortometrajes, uno de los cuales se encuentra en su estreno mundial, y el resto en su estreno en Estados Unidos, que incluirá la presencia de los realizadores.

El encuentro intenta ampliar las fronteras de la cinematografía actual del país convocando a públicos latinos residentes en EE.UU. y angloparlantes. Se llevará a cabo del jueves 2 al domingo 5 de junio en 3 lugares emblemáticos de la cultura de la Gran Manzana: el East Village Cinema, el Syndicated Bar Theatre Kitchen y el Museo de Queens.

La película UIO: Sácame a pasear, de Micaela Rueda, que tuvo su estreno mundial en el Festival de Cine SXSW en Austin, abrirá la programación del EFFNY. El filme también fue proyectado en el Festival de Cine Independiente de Buenos Aires (Bafici).

Maravilla, la organización con sede en Nueva York dedicada a la “sensibilización de América Latina a través del cine y de las artes”, ha anunciado que, como una manera de “honrar a las víctimas del devastador terremoto de magnitud 7.8 que afectó a Ecuador el 16 de abril, y como una manera de ayudar en los esfuerzos de recuperación en curso”, el EFFNY donará la mitad del dinero recaudado a través de la venta de entradas para la Iniciativa de la Vivienda del Ecuador, un programa de construcción y reconstrucción además de ayuda a las víctimas del reciente desastre natural.

Otra de las actividades esperadas es el estreno mundial de la película documental Dreamtown, cuya directora, Betty Bastidas, reside en Nueva York. El filme narra la historia de 3 jóvenes jugadoras de fútbol afroecuatorianas que buscan el éxito mientras sortean desafíos extraordinarios.

La figura del presidente Rafael Correa también estará presente en la cuota de género documental que el evento mostrará al público residente en Estados Unidos: las cámaras de Instantes de campaña, bajo la dirección de Tomás Astudillo, siguieron a Correa durante la campaña electoral para su tercer mandato, explorando una faceta del individuo tras el político que no siempre es develada por los medios.

De origen austriaco, el cineasta Bernhard Hetzenauer presentará Y en el centro de la Tierra había fuego, una película que realizó en Quito y que trata de la vida de Vera Kohn, una reconocida terapeuta que perteneció a la comunidad judío-alemana en Praga y llegó a Ecuador en 1939 huyendo del nazismo.

En una entrevista publicada por el Consejo Nacional de Cinematografía (CNCine), Hetzenauer dijo que explora la memoria incluyendo saberes del psicoanálisis y la psicoterapia. “Me interesa profundizar en los traumas psicológicos de los protagonistas, hacer que el cine -o, mejor dicho, el cine documental- se convierta en una ayuda y sanación de las heridas emocionales a través de la confrontación con el pasado. Diría que más que la memoria por la memoria, me interesan las posibilidades de curación o sanación por medio del arte”.

La memoria y el autodescubrimiento de quienes migraron al país desde Europa integran el EFFNY, que entregará dos premios entre las películas participantes. Un jurado compuesto por reconocidos profesionales del cine -como Anna Marie de la Fuente, la productora Isabel Dávalos y el cineasta Ashish Avikunthak- entregarán los galardones a mejor película y la que esté entre las preferencias del público asistente a las proyecciones.

Otro personaje que se conocerá en Nueva York será a la protagonista de María y el Araña, quien vive en una villa de Buenos Aires junto a su abuela, está terminando la primaria y, al mismo, tiempo trabaja en el subterráneo, donde conoce al ‘Hombre Araña’, un chico de 17 años (4 más que ella) que se gana la vida haciendo malabares disfrazado. El relato deja en evidencia un tejido siniestro dentro del hogar de María en un filme de Victoria Menis, de coproducción argentina, francesa y ecuatoriana.

En esta película se combinan la adolescencia y la marginalidad, la creatividad y la explotación. El juego de contrastes entre el universo adolescente abandonado a su dolorosa suerte, mientras los adultos prefieren mirar al costado, o ya resignaron su capacidad de observación y escucha, signan la estructura del filme, desde lo narrativo y lo estético. (I)