El cineasta turco alemán Fatih Akin construye sus películas desde esa división de culturas que lo marcan, cosecha en sus dramas, en ocasiones cercanos a la comedia, los pensamientos que tiene sobre el amor, la muerte y el mal.

La evolución de este cineasta inicia a grandes rasgos con el largometraje en el que cuenta una historia de amor inusual, Contra la pared (2003). Consigue con este un éxito no premeditado que lo llevó a ganar el Oso de Oro como mejor director y mejor filme en el Festival de Cine de Berlín en 2004. A partir de esta película inicia una búsqueda por superar la historia que no se había planteado antes y persiste en que “no hay que abandonar la carrera en los primeros cien metros”.

Escribe entonces el argumento de Al otro lado (2007) cuyo hilo conductor es la muerte y una historia con la que logra el premio a mejor guion en el Festival de Cannes en 2007.

Actualmente Fatih Akin trabaja en una tercera película en la que el eje principal es el mal. Con esto daría el acabado a tres películas que ha categorizado como indisociables.

Desde su quehacer este alemán  da un enfoque a la obsesión que tiene por narrar las relaciones sociales y  su concepción del mundo, con lo que asegura que “si hay guerras en el mundo se debe a que el hombre no ama bastante al prójimo (...) que la pereza engendra el mal. Es más fácil odiar que querer”.