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Una sala está dedicada al piloto italiano

Familiares de Elia Liut donan piezas a un museo de Cuenca

El 4 de noviembre de 1920 Elia Liut llegó a Cuenca en el avión bautizado como El Telégrafo I. El piloto italiano fue recibido por cientos de cuencanos.
El 4 de noviembre de 1920 Elia Liut llegó a Cuenca en el avión bautizado como El Telégrafo I. El piloto italiano fue recibido por cientos de cuencanos.
Fernando Machado / El Telégrafo
04 de febrero de 2016 - 00:00 - Redacción Regional Sur

Hace 6 meses, el director del museo Remigio Crespo Toral de Cuenca, René Cardoso, se encontró en una de las salas de exposición a un abuelo hablándole a su nieta sobre el piloto italiano Elia Liut, el primero en traspasar los Andes ecuatorianos en el avión bautizado como el Telégrafo I.

Cardoso señaló que se trataba del sobrino nieto del aviador, quien lleva el mismo nombre. “Resulta que era Elia Liut, quien le comentaba con mucho entusiasmo y emoción a su nieta la historia de su tatarabuelo”. Desde ese entonces y hasta la tarde del martes, nuevamente familiares del piloto visitaron el museo, pero esta vez para donar varias piezas pertenecientes a Elia Liut.

Una réplica del Telégrafo I, dos postales, una botella de vino Merlot que tiene la imagen del piloto y un libro de la biografía e historia del aviador, escrito por Diego Moscoso, fueron entregadas por Fernando Liut, hermano de Elia Liut.

Estas piezas se suman a la colección que actualmente se encuentra en una de las salas del museo dedicada a Elia Liut. Allí permanecen algunas de sus pertenencias como una casaca, una gorra, una brújula, una cigarrera de plata, un trofeo, un pequeño avión a escala, una escultura en bronce de Elia pilotando su avión que le fue entregada en 1920, además de una parte de la hélice de madera y elementos gráficos.

Cardoso calificó la entrega como un acto simbólico para el museo y señaló que la familia se comprometió a entregar fotografías del aviador para armar un archivo digital. “Son estos detalles, estas pequeñas historias que van a ir enriqueciendo la sala Elia Luit”, expresó.

A decir del director, la donación se realizó por el aprecio que el aviador le tenía a la capital azuaya. “Uno de los nietos me contaba que Elia Liut se refería con muchísimo cariño a Cuenca y resaltaba la forma como fue recibido y por eso la familia consideró que el mejor lugar donde deben estar estas piezas es en el museo Remigio Crespo Toral”, manifestó Cardoso. (I)

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