El legendario fotógrafo Horst Faas, dos veces galardonado con el premio Pulitzer y jefe gráfico de la agencia estadounidense AP durante una década en Vietnam, falleció el jueves pasado, a los 79 años, en Munich (Alemania),   informó su hija Clare a la agencia con la que trabajó casi medio siglo.

Nacido en Alemania, el veterano corresponsal de guerra comenzó a trabajar con la cooperativa de noticias estadounidense en 1956 y se hizo famoso, no solo por sus fotografías, sino por su capacidad para fichar talentos como colaboradores de la agencia AP en Saigón.

El director de fotografía de AP, Santiago Lyon, escribió anoche en su cuenta de Twitter: El gran fotógrafo de AP Horst Faas ha muerto a los 79. Cariñoso, alegre, amigable y formidable, le echaremos de menos”.

Una legión de fotógrafos de enorme prestigio reconoce en el fallecido ser el mentor de varios de los mejores fotógrafos de guerra del mundo y sus impactantes imágenes fueron premiadas con el Pulitzer, tanto en Vietnam en 1965, como en Bangladesh en 1972.

Gravemente herido en el sur de Vietnam en 1967 continuó su carrera profesional en la que dirigió el trabajo de otros legendarios reporteros de su época, entre ellos Huynh Cong “Nick” Ut, también ganador del Pulitzer con su imagen de 1972 de la niña vietnamita abrasada escapando de un ataque de napalm.

Otro de los fotógrafos con quien formó su equipo fue Eddie Adams, autor de varias fotografías  conocidas de aquella guerra, la ejecución de un sospechoso por el jefe de Policía de Vietnam del Sur durante la ofensiva del Tet, en febrero de 1968.

Los primeros destinos como reportero gráfico lo condujeron por las guerras del Congo y Argelia, hasta que fue trasladado a Saigón en 1962 y donde llegó el mismo día que su compañero Peter Arnett, con quien formó pareja de trabajo cerca de diez años.

En 1976 fue destinado a Londres como editor senior para Europa hasta que se retiró en 2004 y es coautor de dos libros sobre fotógrafos de guerra muertos en el conflicto de Indochina: “Réquiem” (1997) y “Perdidos sobre Laos” (2003).

La imagen con la que ganó en 1965 muestra una joven llorando frente a un cadáver. “Fotos como esta descubren a un fotógrafo que siempre reservó una parte de su mirada al sufrimiento de los civiles en una guerra.

En la imagen, una mujer llora ante lo único que queda de los restos de su marido, descubiertos en una fosa común cerca de Hue en 1969”, publica la página http://www.guerraeterna.com/