Expectativa y bríos burante el segundo día del festival de Jazz
Casi medio millar de asistentes llegaron a ver a las agrupaciones Fernando Cilio - Signos Andinos y The Bad Plus. Los ecuatorianos salieron a escena con un retraso de 15 minutos, pero su presentación -en la que combinan géneros autóctonos como el raymai, sanjuanito y mapalé con el jazz que los convoca a esta edición del evento- fue impecable a los largo de los 45 minutos que duró.
Los estelares tuvieron a Reid Anderson como presentador. El neoyorquino, bajista, hizo gala de su correcto español y de un humor que complementaba las dotes artísticas de Ethan Iverson (piano) y David King (batería). Las composiciones del encargado de los teclados iniciaron un concierto cadencioso en que la batería resaltaba en la mayor parte de improvisaciones, ejecutadas de forma tal que arrancaban aplausos espontáneos cada tanto, además de gritos de aprobación incluso cuando Anderson anunció el último tema para, a renglón seguido, en un canto imrpovisado que provocó una risa general, promocionar su disco (Made Possible) y hasta camisetas que la banda trajo.
La única maniobra del grupo que no fue sorpresa fue la ejecución de un cover de Nirvana, "Smells Like Teen Spirit" que, sin aspavientos, terminó de complacer a una asistencia que quizá reservó sus asientos exclusivamente para esta presentación, pues el estilo particular de The Bad Plus difiere de los talentosos teloneros.
Las entradas para Charles Bradley & His Extraordinaries, junto a Daniel Bitrán Quinteto, están agotadas, lo cual es un presagio de los aplausos sonoros que se escucharán hoy, a las 19:30, cuando el telón del Teatro Nacional Sucre vuelva a abrirse para el tercer día del Festival de Jazz de Quito 2015.