Estatuas confederadas activan debate sobre segregación
¿Las controvertidas estatuas que homenajean en Estados Unidos a los héroes sudistas que defendían la esclavitud son obras de arte que deben ser preservadas o símbolos de una distinción inmerecida?
Luego de los violentos enfrentamientos que enlutaron a Charlottesville, en la que se habían reunido supremacistas blancos, la polémica se incrementa sobre la permanencia de esos monumentos considerados remanentes del racismo. Varias de esas estatuas fueron retiradas en los últimos días, aunque el presidente Donald Trump estime que ello significa “destrozar” la historia estadounidense.
“En buena parte reflejan un gesto político y cultural”, explica James Grossman, responsable de la American Historical Association. En realidad, esas estatuas fueron una manera de reafirmar un mensaje “poco honorable”, añade.
Prueba de ello son las dos épocas principales en las que fueron erigidas: desde 1895 hasta 1920, en plena segregación racial y luego en respuesta al movimiento por los derechos civiles iniciado en los 50.
“La idea era unir a los blancos del sur y luego por extensión, a los estadounidenses blancos, en torno a una celebración de valores del viejo sur”, precisa Grossman. (I)