Escritores de textos para niños repiensan su oficio
“Poner al niño en un mundo que no existe no creo que sea la solución”. Esa fue la primera sentencia del autor mexicano de literatura infantil, Francisco Hinojosa, en el encuentro de escritores en esta área que se desarrolla en Ciespal y que concluye hoy. El autor empezó la charla con su cuento La peor señora del mundo, sobre una mujer que les da de comer a sus hijos comida de perro, y que cuando ellos obtuviesen una buena nota, les agradecería con pequeños pellizcos. Una señora que grita por todo, por las buenas y por las malas actitudes de la gente que la rodea.
Esto, frente al problema de toda la vida en la literatura del género, hablar de finales felices y evitar a toda costa la violencia. Una madre asistente al foro comentó a Hinojosa que no le gusta que sus hijos lean cosas crueles, pero se hizo una pregunta: ¿cómo afrontar a temprana edad cosas duras y cómo un niño debiera leer eso? Hinojosa recordó que muchos de los cuentos de hadas son muy crueles, y ahí se hayan los temas más complejos de la humanidad como la muerte, o la orfandad.
“Pienso que esos niños que leen cuentos de hadas, cuando son mayores tienen mayores armas para enfrentar el mundo”, expresó el autor y agregó que ciertos temas tienen restricciones en las editoriales y no suelen ser publicables: “la muerte, el rock, o las casas con piscinas no son admitidos en la literatura”, expresó con cierta ironía.
La escritora ecuatoriana Soledad Córdoba dijo que se debe buscar la literatura para cada edad, y recordó aquel cuento sobre Julieta quien hacía escándalos frecuentes para que le hicieran caso. “Nos está diciendo por qué no le hacen caso, no hay que formar niños de porcelana”, dijo la escritora.
Hinojosa piensa que los finales felices dependen del espíritu orgánico de cada historia, no hay que pensar que siempre se deben acabar con felicidad, pero tampoco con tristeza. En el foro de la tarde, el escritor y promotor cultural peruano, Javier Arévalo, expresó que lidera una campaña en la que cada estudiante de escuela, sea esta pública o privada, debe leer un libro por mes.
Sin embargo los problemas son frecuentes: no hay bibliotecas en las escuelas, o no hay financiamiento para bibliotecas públicas ni privadas. Puso como ejemplo sobre el modelo lector a aquel chico que tiene un librito y que llama la atención de sus amigos, pues él se vuelve un elemento trascendental en la formación de lectores. “Sin prácticas lectoras no hay lectores”. Arévalo señaló que en su proyectos promueve la venta en los kioscos de 60 títulos que han generado la venta de dos millones de libros al valor de un dólar. “Promocionamos cosas que a chicos les interese leer, como intriga, terror, ese tipo de lectura; eso ha hecho crecer en un quinientos por ciento la industria editorial”.
Arévalo explica que la pobreza en América Latina no es de recursos naturales, sino “de capital humano”. “Tenemos que exigir a nuestros Estados que destinen los fondos necesarios y que mejoren el capital humano”, dice Arévalo y señala que si un niño no lee, su mundo es pequeño, no desarrollará su inteligencia y no será un buen profesional.
Este evento es organizado por Girándula, que a través de la Maratón del Cuento, pretende que niños y jóvenes disfruten de cuentos leídos por los propios autores y tengan contacto directo con los textos en la Feria del libro infantil.
Autores como Alicia Barberis, Mónica Brown, Care Santos, Gonzalo Moure, Enrique Pérez, Fanuel Hanán Díaz, Laura Antillano, Magdalena Helguera, entre otros, son los escritores extranjeros en la feria.